La Madre Laura Montoya no es la primera Santa que lleva este nombre. Laura que según su raíz latina significa victoriosa, es el nombre que también identifica a una Beata de Chile y a una Santa española.
Laura, símbolo de victoria en el mundo romano, también es el nombre que identifica a varias religiosas del catolicismo que se han inscrito en la historia como mujeres ejemplares, que han dado la vida por el bienestar del otro.
Estas religiosas defendieron sus creencias e intentaron trasmitir en el mundo el amor que define el mensaje de Cristo. Además, superaron persecuciones y castigos para vivir con y por el altruismo que propone su religión.
Santa Laura de Córdoba es una de las mujeres que honra este nombre. La mártir entró al Monasterio de Santa María de Córdoba, ubicado en España, cuando su esposo murió.
Allí vivió junto a otras monjas en un tiempo en el que los cristianos fueron perseguidos y masacrados por los musulmanes. Sin embargo, la española decidió proclamar en público su fe cristiana y el emir Muhammad I la sometió a duros castigos. Después de ser azotada y humillada , fue sumergida en una caldera de plomo hirviendo.
Narraciones de la época aseguran que Laura de Córdoba, en plena agonía, entonaba cánticos y alabanzas a Dios. La Santa murió el 19 de octubre del año 864, día en el que se celebra su fiesta.
Una Beata chilena es otra de las religiosas católicas que llenó de orgullo el nombre de Laura.
Laura del Carmen Vicuña Pino es conocida como la patrona de las víctimas de abusos, de los huérfanos y de los mártires de Chile y Argentina.
Esta joven decidió entregarle su vida a Dios inspirada en la frase de Jesús "no hay muestra de amor más grande que dar la vida por sus amigos".
Laura optó por este camino a cambio de la salvación de su madre. Dos años después de volverse religiosa, su mamá se convirtió al cristianismo antes de dar el último suspiro de vida.
El próximo 12 de mayo el mundo y el catolicismo tendrá una nueva Santa Laura, la primera colombiana. El Papa Francisco será el encargado de canonizar a la Madre Laura Montoya, quien continuará con el legado de un nombre cargado de valentía y de entrega.
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