En el Grupo Kaltex se le considera un empresario perfeccionista y visionario, con gran energía y vitalidad, siempre al pie de la jugada. En Coltejer, estuvo al frente de la negociación y de todos los detalles y quiere aplicar en ella lo que ha sido su obsesión: la eficiencia y la productividad, que tanta falta le hacen a la empresa.
Pero pocos lo conocen: Rafael Moisés Kalach Mizrahi ya pasó de 62 años, es bajito y jovial pero estricto y hace cumplir sus órdenes. Muchos trabajadores de la empresa lo vieron, pero no lo distinguieron. Supieron que ahí estaba, pero no sabían quién era.
Es tal su obsesión por el orden y la perfección que hay quienes dicen que para vender el producto Kaltex basta con mostrar una de las plantas "porque todas son ejemplo de perfección. Y eso define quién es el director".
El señor Kalach, como ahora se refieren a él, es ciudadano mexicano pero de ascendencia siria. El grupo fue fundado por Moisés Kalach Alfie, quien es el presidente honorario y vitalicio. Llegó a México empezando el siglo y en 1925 montó una comercializadora de telas, la empresa que le dio vida al emporio textil Kaltex, que tiene plantas en varios Estados, ventas en varios países y que emplea en forma directa a 12.000 personas, el tamaño de Coltejer de los años 60 y 70.
"Gracias al legado de don Moisés, actualmente conmemoramos 80 años de historia, en los que hemos crecido de ser una distribuidora de textiles, a un grupo verticalmente integrado, que produce y comercializa en el mercado mexicano y en el exterior, fibras, hilos, telas, prendas de vestir y productos textiles para el hogar". Así definió él mismo el grupo que dirige cuando el entonces presidente de México, Vicente Fox, visitó una de sus plantas, en el Estado de Hidalgo, en junio de 2005.
Y decía: "Para Kaltex, la tecnología, la productividad y la inversión constante son valores fundamentales. Esto nos ha permitido desarrollar importantes complejos industriales en los Estados de Hidalgo, Querétaro, Tamaulipas, México y Puebla".
De muy bajo perfil
Don Rafael Kalach es el director General de la compañía familiar, que no cotiza sus acciones en bolsa. Otros siete miembros de la familia tienen responsabilidades en la empresa y asiento en el Consejo de Administración, que él mismo preside.
También integra el consejo de directores de varias empresas, entre ellas, Telmex, donde pasó de "consejero independiente" en 2003, a "consejero propietario" en los últimos años. Allí comparte asiento con Carlos Slim y otros 13 empresarios y preside el Comité de Auditoría.
Su visión como hombre de negocios y, seguramente, sus inversiones, también lo han llevado a los consejos de administración de empresas mexicanas como Grupo Carso, Sears Roebuck, Grupo Sanborns, Banco Nacional de México, Bursamex -casa de bolsa- y Promex, del grupo financiero Finamex.
Es de bajísimo perfil y poco amigo de las entrevistas y las noticias, sobre todo, las que lo ponen a él como protagonista. Pocos diarios y revistas en México conocen de él o lo han tenido en sus portadas y con ellos fue imposible conseguir una foto suya.
En los últimos meses realizó una visita mensual a Medellín, la última de ellas, entre el domingo y el martes de esta semana. Estuvo al tanto de todos los detalles del cierre del negocio y presidió la reunión de la primera junta directiva de Coltejer, en la cual fue elegido presidente.
También lo definieron como "un duro" para negociar. "Son unos negociadores duros y querían hacer el mejor negocio posible", dijo José Roberto Arango, presidente de Coltejer, en entrevista con EL COLOMBIANO.
Los directivos de Kaltex calificaron a José Roberto Arango como un "excelente negociador". Y el mismo Arango decía en esa entrevista reciente: "Llegó a Coltejer el mejor socio posible, que conoce el negocio y le aportará recursos y tecnología. La vinculación de un operador de esta calidad y de esta trayectoria va a ser muy importante para el futuro de Coltejer".
Salvo la revaluación del peso, los demás problemas que vive la industria textil en el país también son cuento viejo en México. Por eso, el señor Kalach aprovechó esa visita del presidente Fox para decirle: "Kaltex tiene la capacidad de competir con las industrias más importantes en el sector textil a nivel mundial... Pero es necesario contar con igualdad de condiciones con respecto a dichos competidores en un marco de claridad, legalidad y limpieza". Y agregaba: "México necesita que la industria textil, generadora de empleos, sea una industria prioritaria... Necesitamos el apoyo del gobierno. Nosotros haremos lo que nos corresponda".
Amigos y competidores
Coltejer y Kaltex son dos competidores conocidos, que se han dado duro en el mercado, sobre todo, en los segmentos de índigo y telas de algodón: Coltejer tiene comercializadora propia en México y Kaltex tiene la suya en Medellín. Y así seguirán: cercanas y hermanas, pero competidoras.
Aquí opera Kaltex desde 1995, como oficina de representación comercial y, desde el primero de enero de 2006, opera como Kaltex Sudamérica. Esta empresa se dividirá, ahora, en Kaltex Venezuela, Kaltex Ecuador, Kaltex Perú -que dependerán de la compañía en Colombia- y Kaltex Mercosur (en Santiago).
A esta empresa se le considera el primer proveedor extranjero en el mercado colombiano, con ventas por unos 30 millones de dólares anuales, de un total estimado entre 800 y 1.000 millones de dólares por año.
Los que lo conocen de cerca también le abonan al señor Kalach el profundo respeto que tiene por la trayectoria de la marca Coltejer, y así la mantendrá, con operación independiente y como "El Primer Nombre en Textiles". Tienen razón los que piensan que está muy lejos una integración entre las dos empresas y muy equivocados los que dicen que Coltejer se llamará Kaltex.
Los primeros destacaron esta condición: "Este no es negocio de inversionistas que llegan y salen sino de textileros... Y eso es don Rafael Kalach: un textilero por excelencia".
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