Nada de intrusos entre los dos parece ser la razón de una forma de celos hallada en perros.
Sí, una investigación sugiere que los perros son celosos. Al menos exhiben una forma básica para mantener los lazos de unión con las personas cercanas.
La conclusión se deriva de un estudio de la Universidad de California en San Diego, publicada en Plos One.
Christine Harris, profesora de sicología y la estudiante Caroline Prouvost, realizaron el estudio en el que se mostró que los perros exhiben conductas celosas como llamar la atención de su amo, empujarlo a él o a quien consideran su rival, otro perro.
Los celos se mostraban cuando la persona acariciaba un perro de peluche que movía la cola. El comportamiento no lo exhibían cuando la persona se concentraba en una linterna o cuando solo se dedicaba a leer un libro.
"El estudio sugiere no solo que se involucran en lo que parecen ser conductas celosas sino que están atentos para romper la conexión entre su amo y el potencial rival", dijo Harris. No se trata realmente de una experiencia subjetiva, aclaró, sino que luce como una manera de proteger una relación social importante.
Trabajaron con 36 perros en sus casas, grabando cuando eran ignorados en favor de aquel objeto o del perro.
Era dos veces más probable que el perro tocara o empujara a su amo cuando interactuaba con el otro perro que con el objeto o el libro.
Las investigadoras creen que el perro ve al otro en verdad como un rival.
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