Era difícil en el ambiente político de fines de los años setenta del siglo pasado, que alguien creyera en la idea de un joven santandereano de crear un partido político para enfrentar a los tradicionales Liberal y Conservador. Sin embargo, el riesgo se convirtió, pocos años después, en una realidad que marcó la historia del país.
Lo hizo Luis Carlos Galán Sarmiento, un joven abogado y periodista que gracias a su capacidad e inteligencia recorrió rápidamente un camino que le llevó a ser Ministro de Educación antes de los 30 años, a los 35 senador de la República y a los 39 a sacar más de 745.000 votos como candidato independiente a la Presidencia de la República.
El 30 de noviembre de 1979 creó el Nuevo Liberalismo, partido con el cual luchó contra las tradiciones politiqueras de ese entonces y en el que tuvo como bandera la lucha contra la corrupción y los carteles del narcotráfico, que fueron los que en la noche del 18 de agosto de 1989, casi 10 años después, lo asesinaran en la plaza de Soacha.
30 años después de creado el Nuevo Liberalismo y 20 desde su muerte, varios de los hombres que estuvieron a su lado trabajando por los ideales de la renovación dicen que sus postulados siguen vivos y que están plasmados en la Constitución Política de 1991.
"El pensamiento de Galán está realizado en varios de los elementos de la Constitución del 91", sostiene el senador Alfonso Valdivieso, primo hermano del inmolado dirigente santandereano.
"En los temas políticos están el tarjetón y la consulta popular", indica Valdivieso, tras advertir que en esa materia la gran frustración fue que no se logró incorporar normas que obligaran a los partidos a una verdadera educación política en sus cuadros.
Sin embargo, resalta que otro aspecto del pensamiento que está en la Constitución es "toda la carta de derechos, que es el proyecto que preparó el Nuevo Liberalismo".
Las paradojas
Uno de los hombres más cercanos a Galán y que construyó a su lado el Nuevo Liberalismo fue Juan Lozano, hoy dirigente del Partido de La U.
Lozano dice que buena parte de las grandes banderas de Galán pasan por una paradoja: "En la lucha contra el narcotráfico se ha dado una mutación en las formas y en la agrupación de los narcos, se acabó el Cartel de Medellín y surgió el de Cali, se acabó el de Cali y surgió el del Norte del Valle y luego vino el paramilitarismo, se pasó de un puñado de grandes capos a decenas de traquetos en todo el país, pese a los esfuerzos, sangre y persecución, estas organizaciones siguen muy activas en el negocio, si el país hubiera escuchado a tiempo a Galán, no se hubiera dejado crecer el monstruo del narcotráfico que permeó la política, la justicia, las fuerzas militares, los medios de comunicación y el sector productivo".
Frente a la corrupción, Lozano sostiene que es otra paradoja, pues estima que Galán luchó por la descentralización, pero ahora la corrupción se ha radicado en las regiones.
De una opinión similar es Antonio Álvarez Lleras, quien fue concejal por el Nuevo Liberalismo en Bogotá y ocupó cargos de la administración distrital, como la dirección de Planeación: "Las ideas aún siguen vivas. Fue el hombre que predijo todo lo que ha pasado con el narcotráfico y lo que se derivó lo dijo 20 años antes de que sucediera, se cansó de decirlo y el país no lo oyó, no lo entendió", declaró.
Propuestas de todos
Para el ex magistrado del Consejo Nacional Electoral Antonio José Lizarazo, quien fue uno de los primeros políticos que acompañó a Galán desde Norte de Santander, él fue un dirigente que permitió que la propuesta de partido fuera construida por todos.
"Nuestra plataforma ideológica y política fue el resultado de una constante discusión y reflexión al interior del movimiento, mediante un procedimiento democrático, como fue la propuesta de reforma constitucional que alcanzamos a formular con él", recuerda Lizarazo, quien en la década de los 80 había sido diputado en su departamento y concejal de Cúcuta por el Nuevo Liberalismo.
Lizarazo dice además que éste era un dirigente "que construía y ayudaba a formar opinión, no sólo con el propósito de conseguir beneficio electoral, sino con responsabilidad con el país y el futuro".
Coincide que en la Constitución Política está reflejado el pensamiento de Galán. "Está en la descentralización administrativa, en la política, el sistema electoral, en lo social, la huella de Galán es muy grande en el régimen constitucional".
Sin embargo expresa que ha habido deterioro en algunos de esos avances, como en la financiación de las campañas y en la participación ciudadana.
Las mujeres
La ex viceministra del Interior María Isabel Nieto dice que recuerda que en esa época Luis Carlos Galán se preocupó por empezar a darles representación política a las mujeres.
Así pasó en el Concejo de Bogotá, a donde el Nuevo Liberalismo logró llevar a Marta Quiroz y a Flor Elba Cárdenas, como también pasó en la Cámara de Representantes, con María Cristina Ocampo y Alegría Fonseca.
Incluso recuerda que para en la lista de dirigentes que se hizo para el Senado, en esa oportunidad apareció Yolanda Pulecio, la madre de Ingrid Betancourt.
Su partido
Para el ex concejal de Bogotá y dirigente de las juventudes galanistas de esa época, Alfonso Prada Gil, el Nuevo Liberalismo como partido ya no existe: "Fue una coyuntura política como en su momento el Unir de Jorge Eliécer Gaitán o el MRL de Alfonso López Michelsen".
Recuerda que pese a los grandes esfuerzos de su mentor, "el Nuevo Liberalismo, por intentar construir una organización política, lo que hizo fue una organización muy caudillista, en donde muerto el líder desaparecido el movimiento, aunque quedaron figuras que después serían muy destacados aún, en la izquierda y en la derecha".
Para Prada, pese a ese fenómeno, su discurso e ideario político hoy convoca sin distingo de clases o partidos a todos los colombianos.
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