Después de la ráfaga que dejaron la mesa marcada con los huecos de las balas, María* alcanzó a ver por entre uno de ellos el reguero de muertos y heridos en el piso.
Quiso correr, pero el temblor en las piernas y el susto a que los hombres que dispararon minutos antes desde un taxi y una moto se devolvieran, la mantuvieron aferrada a la silla en un rincón donde contó los muertos y heridos.
María recuerda que “estábamos celebrando el día del amor y la amistad. Éramos cerca de 400 personas en el parche Pilsen. Hasta que llegaron los de abajo y empezaron a disparar contra todos”.
Este episodio violento ocurrido en la madrugada del 19 de septiembre de 2010 en el sector conocido como Miramar en la comuna 6 (Doce de Octubre), dejó como víctimas mortales a Cruz Elena Agudelo, de 37 años; John Alexánder Espitia de 25; Manuel Guillermo Valencia, de 23 años, y dos menores de edad, a parte de los ocho heridos.
Las autoridades señalaron como presuntos responsables a los integrantes del combo “los Machacos”, patrocinados por Maximiliano Bonilla, alias “Valenciano”, quienes se disputaban este territorio y los ingresos ilegales con el combo de “los Tatos”, al servicio de Ericcson Vargas, alias “Sebastián”, cabecillas de la denominada “la Oficina”.
Estas muertes fueron solo algunas de las miles que se presentaron en Medellín y el Valle de Aburrá, luego de que “Sebastián” y “Valenciano” se declararan la guerra y tiñeran de sangre las calles de los barrios en una disputa por el poder que comenzó desde el 2008 y que tuvo su punto más álgido entre el 2009 y el 2010, cuando Medicina Legal registró 4.213 muertos, la mayoría, por las balas de esta confrontación.
El inicio de esta guerra
De su memoria María aún no ha podido borrar cuando minutos después de la masacre vio que a una menor de edad herida la montaban en un taxi para llevarla a un hospital. Una hora después supo que la joven murió.
Este tipo de confrontaciones y los asesinatos, comenzaron a darse, según el expersonero de Medellín, Jairo Herrán Vargas, luego de que el 13 de mayo de 2008 el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez decidiera extraditar al exparamilitar Diego Murillo Bejarano, alias “Berna” a E.U.
Herrán Vargas afirma que tras la extradición de “Berna, comenzó una puja por el poder entre los dos cabecillas herederos. “Se da una primera oleada de muertes mientras que comenzaban a consolidarse en los territorios cada uno con su bando”.
Este período de transición, como lo califica Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades, se dió incluso antes de que “Berna” terminara en una cárcel de E.U.
“Estamos hablando del 2007 cuando ya se empezaba a vislumbrar una crisis en ‘la Oficina’ y comenzaban a sonar los nuevos jefes. Luego de la extradición se dieron las primeras disputas que comenzaron con las muertes en los barrios”, dice Quijano.
Un investigador del Instituto Popular de Capacitación, IPC, cree que toda esa guerra empezó porque “alrededor de un patrón se teje toda una red, cuando ese patrón está ausente porque lo capturan, asesinan o extraditan, esas clientelas o redes que están alrededor se realinderan, ya sea por quienes van a entrar a sucederlo en el poder o están disputándoselo”.
Para este periodo, los homicidios en Medellín aumentaron drásticamente. Registros de Medicina Legal indican que de 771 muertos en el 2007, se pasaron a 1.045 en el 2008, en un aumento del 35.5 por ciento de asesinatos en la ciudad.
Sin embargo, la época más dura en cuanto a asesinatos y homicidios se presentó en Medellín y el Valle de Aburrá después del 2008 e incluso hasta el 2011, meses antes de la captura de “Valenciano” en Venezuela, el 28 de noviembre del 2011.
Para Herrán, en esta segunda época se da la consolidación de los dos bloques “del conflicto entre ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’ donde cada uno busca quedarse con el territorio y las rentas ilegales que esto representaba, además de la delimitación de los territorios donde empezaron a operar las fronteras invisibles”.
Se dispararon los homicidios y la ciudad vio cómo crecían las estadísticas de asesinatos en las comunas de Medellín. Según Medicina Legal, en el 2009 fueron asesinadas 2.190 personas; en el 2010, 2.023 y en el 2011; 1648.
No obstante, afirma Quijano, todos los muertos no fueron por el conflicto entre estas dos estructuras armadas ilegales, “pero cerca del 80 por ciento (alrededor de 5.524 personas) perdieron la vida por los enfrentamientos entre ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’”.
Las otras violencias
El 23 de abril de 2011, Carlos* no pudo volver al colegio. Al salir de clase fue abordado por dos hombres que los intimidaron con sus armas y le dijeron que “por acá no te volvás a aparecer porque te vamos es quebrando”, recuerda.
El joven no volvió a clases porque su colegio era uno de los 23 que estaban en riesgo por estar en zonas de fronteras invisibles. Datos registrados por la Personería de Medellín, indicaron que entre enero y septiembre de 2011, 14 estudiantes fueron asesinados, tres heridos, 21 amenazados y 965 retirados a causa del conflicto que se vivió en los barrios donde están ubicadas las instituciones educativas y en la que las estructuras de “Valenciano” y “Sebastián”, buscaban los jóvenes para surtir los combos en los barrios.
Sumado a esta realidad, habitantes de los barrios periféricos de Medellín padecieron, a causa de los enfrentamientos entre alias “Sebastián” y alias “Valenciano”, el desplazamiento intraurbano. El expersonero de Medellín, Jairo Herrán Vargas, asegura que entre el 2008 y el 2010 “se incrementó el desplazamiento intraurbano por las amenazas, el reclutamiento forzado y los homicidios que afectaron a las diferentes comunas”.
Entre ese periodo, la Personería recepcionó 2.283 declaraciones de desplazamiento intraurbano, en el 2011 recibió 1.122 declaraciones que registraron 4.283 personas que abandonaron sus casas.
“Tuvimos momentos muy duros en los que se dio fuertemente el desplazamiento. Llegamos a atender incluso desplazamientos intraurbanos de por lo menos 50 personas de una sola vez”, explica Herrán.
Como dinámica del conflicto y luego de que “Sebastián” se posesionara en los territorios donde “Valenciano” tenía su hegemonía, se comenzaron a presentar prácticas como la desaparición forzada con la que “se buscaba afianzarse en el territorio o intimidar a los pocos que quedaban en la zona”.
Quijano, de Corpades, asevera que se pueden haber presentado de 800 a 1.000 desaparecidos por año “donde la justicia ha encontrado algunos, los otros sabemos que están bajando por el río o en la periferia enterrados”.
Durante el 2010 se presentaron 57 casos de desaparición forzada, y en el primer semestre de 2011 se registraron 40 episodios por parte de la Personería de Medellín. “Ese mecanismo se utilizó para garantizar la impunidad a través de la desaparición de los cuerpos”, comenta Herrán Vargas.
Los sitios más duros
La Corporación Convivamos realizó un estudio en el 2010 en el que señaló que en Medellín había 52 barrios en riesgo por el conflicto desatado entre los dos cabecillas de “la Oficina”. Las zonas señaladas fueron en la comuna 1 (Popular), en la 2 (Santa Cruz), en la 3 (Manrique), en la 4 (Aranjuez), en la 5 (Castilla), en la 6 (Doce de Octubre), en la 7 (Robledo), en la 8 (Villa Hermosa), en la 9 (Buenos Aires), en la 13 (San Javier), en la 15 (Guayabal) y en la 16 (Belén).
Hoy, dos años despúes de su tragedia, María cuenta que no puede olvidar que la muerte le pasó cerca y le dejó una marca en el pie. Ella vive en una de esas zonas que se disputaron a punta de bala. Expresa que no entiende cómo dos hombres que sumieron la ciudad en un baño de sangre, no tienen una orden de captura por el dolor y las muertes que sembraron en los barrios de Medellín n
*Nombres cambiados.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6