Uno de los supuestos significados del elefante como símbolo del partido Republicano de EE. UU. es que a pesar de ser un animal grande, es fácilmente controlable. No sé si el actual gobierno de la unidad "burocrática" tendría que pagar regalías, pero bien le quedaría usarlo como su emblema.
A medida que pasan los meses, algunos de quienes votamos por el actual gobierno y su jefe, estamos viendo cómo se están manifestando en sus acciones e inacciones las características menos virtuosas de los paquidermos. Aclaro que los elefantes me caen bien y que tienen cosas admirables, aunque no me casaría con una de las de su especie a pesar de que me gustan las de pestañas largas.
Paquidérmico como adjetivo se usa negativamente para designar organismos grandes pero lentos, y esa es precisamente una de las características del gobierno actual que silenciosamente se ha dedicado a agrandar el aparato gubernamental, en especial la presidencia, pero no para hacerlo más efectivo, pues los hechos, la respuesta a la crisis invernal y uno de los peores resultados en ejecución presupuestal lo confirman. Si tienen dudas de este fenómeno, los invito a leer la excelente columna de Pablo Jaramillo Vasco publicada en este diario el 14 de noviembre.
A menos que decidamos sumarnos al unanimismo de muchos medios de comunicación, particularmente capitalinos, este crecimiento solo se entiende como la única forma para repartir puestos que le permitan a un gobierno tener de su lado a tantos "aliados" y de paso pagar el previsible reingreso de Santos al Partido Liberal. ¿Cómo se puede tener contentas a tantas pirañas burocráticas con aparatos estatales pequeños?
Sin embargo, el Ministro de Hacienda, que primero dijo que no iba a costar nada este agrandamiento, cree engañarnos diciendo que al contrario nos vamos a ahorrar doscientos mil millones, porque el implante burocrático costaba quinientos pero él se lo consiguió por trescientos. "¡Quiieeeta Margarita! Vengo voliando quimba desde la tierra del sol poniente, pasando por el Amazonas sin dar descanso a mis patas para hablar con el señor Yolopongo el cacique sabiondo que me dio el secreto para curar sus males porque hace rato los guales están rindiendo su cama y por encima Satanás volando con el tridente en la mano para ensartarlo tan pronto cuelgue los guayos".
Pero si tienen dudas del símil que intento proponer, recordemos este detalle. El elefante es el único mamífero con cuatro rodillas y esa condición sí refleja bien al actual gobierno. Hacía rato no veíamos a un presidente con mayor capacidad de genuflexión y solo con cuatro rodillas puede uno estar agachándose así.
Una rodilla para la Corte Suprema: ¿cuántas ternas necesita? ¡Apúrele que estoy botao! Otra rodilla para el dictador de Venezuela. Otra para el que nos insultaba desde Ecuador y ahora lo hace en nuestra casa y sin que el dueño de la misma la haga respetar. Es que cuando ya no se tienen cargos en Sucumbíos, es tan fácil. Otra para los estudiantes que ya le midieron el aceite y de lo cual ya han tomado nota todos los que ven en las vías de hecho, las que habían desaparecido en el gobierno anterior, la forma de controlar a un gobierno que no sostiene sus ideas, que quiere quedar bien con todos, que teme hacer olas, que convierte a los enemigos del país en sus "nuevos mejores amigos" cuando una banda presidencial tercia en su hombro y que considera que no enfrentar a nada ni a nadie es sinónimo de buen gobierno.
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