- Anoche, el Gobierno firmó el decreto que permite su traslado a E.U.
- La decisión está contenida en la resolución número 238, del Ejecutivo.
- Salvo que surta efecto una reposición están contados sus días en Colombia.
Cinco días después de que la Corte Suprema de Justicia avaló la extradición de Gilberto Rodríguez Orejuela, el Gobierno autorizó anoche el envío a Estados Unidos del confeso narcotraficante.
La decisión está contenida en la resolución 238 que firmaron el presidente Álvaro Uribe Vélez y el ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt De la Vega. No se precisó el día en que Gilberto Rodríguez será trasladado a ese país, donde será procesado por los delitos de narcotráfico y lavado de activos, ejecutados con posterioridad al 17 de diciembre de 1997.
La resolución advierte que Gilberto Rodríguez, conocido en el mundo de la mafia como El Ajedrecista, será extraditado por los cargos de concierto para importar droga en Estados Unidos, concierto para poseer y distribuir cocaína en ese país y lavar dinero a través de una red internacional de empresas fachadas.
El Gobierno negó la solicitud por el delito de obstrucción a la Justicia, efectuada por la Corte del Distrito Sur del Estado de la Florida, el 22 de enero de este año.
Desde el momento en que sean notificados, los abogados de Gilberto Rodríguez tienen cinco días para interponer ante el Ministerio de Justicia un recurso de reposición para tratar de dejar sin efecto jurídico la resolución por medio de la cual se autorizó la extradición.
Decisión de la Corte
Según el concepto de la Sala Penal del máximo tribunal de la justicia ordinaria, conocido el miércoles de la semana pasada, el mayor de los hermanos Rodríguez Orejuela debe responder ante la justicia estadounidense por los delitos de "concierto para importar cocaína a Estados Unidos, concierto para poseer cocaína con intención de distribuirla y concierto para lavar activos".
Estos cargos fueron elevados contra Rodríguez Orejuela el 22 de enero de 2004 por el tribunal del distrito Sur de La Florida, Estados Unidos, y por el tribunal del distrito Sur de Nueva York.
En la misma decisión la Corte Suprema de Justicia dijo que Rodríguez Orejuela no puede ser juzgado en Estados Unidos por hechos ocurridos con anterioridad al 17 de diciembre de 1997, cuando se reactivó la extradición entre Colombia y ese país.
Las restricciones
Es decir que El Ajedrecista no puede ser procesado en Estados Unidos por los delitos de concierto para obstruir la justicia y eludir las prohibiciones especificadas por el gobierno de E.U.
Por estos delitos el tribunal del Distrito Sur de Nueva York requirió al mayor de los hermanos Rodríguez Orejuela, pero esta solicitud no fue aceptada, debido a que no están contemplados en la legislación penal de Colombia.
Sin tortura
La Corte le advierte al Gobierno que en caso de acatar la orden de extradición de Gilberto Rodríguez, éste "no puede ser objeto de pena o tratos crueles, inhumanos o degradantes, como quiera que conforme a las normas sustantivas de ese país, de ser condenado, aquel podría enfrentar hasta la cadena perpetua, lo cual riñe con los preceptos constitucionales de Colombia".
Jaime Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto, quien reside en Cali, dijo anoche que "nosotros acatamos, conocemos y respetamos las leyes, por eso, el abogado interpondrá un recurso de reposición ante el Ministerio del Interior".
Jaque mate al ex jefe del cartel
Con la decisión del gobierno colombiano de autorizar la extradición de Gilberto Rodríguez Orejuela a Estados Unidos, termina una de las carreras delictivas más enigmáticas del narcotráfico.
Gilberto Rodríguez Orejuela nació hace 56 años en Mariquita, Tolima. Se inició como mensajero de una droguería y terminó, según la Agencia Antidroga de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) como el líder de una corporación transnacional que ha introducido el 80 por ciento de la cocaína que llegó a territorio de ese país norteamericano desde 1984.
Su fortuna está estimada en unos siete mil millones de dólares.
Quienes lo conocen lo describen que es un hombre silencioso, que no le gusta dejar huella de sus movimientos y que tiene como estrategia definida bajarle el tono a toda la información alrededor de él. Este es el hombre que está a punto de salir extraditado de la penitenciaría La Picota, de Bogotá, rumbo a una prisión de Estados Unidos en los próximos días.