Las actrices Winona Ryder y Lindsay Lohan. Las cantantes Katy Perry y Britney Spears. Algún presidente europeo aficionado de las plumas estilográficas... Son algunos de los personajes famosos o públicos que han sido relacionados con presuntas actividades cleptómanas o en algunos casos descubiertos in fraganti haciendo gala de esa costumbre de llevarse lo que es ajeno.
El irresistible impulso de "encontrarse algo antes que el otro lo pierda" no respeta clases sociales, nacionalidades ni profesiones. Lo refleja el amargo testimonio de Laura*, una madre de 53 años y clase media, cuya hija no pasa privaciones económicas "ni necesita robar", pero que sin embargo lo hace reiteradamente. La joven ha sido diagnosticada de cleptomanía y está en tratamiento psicológico.
"Mi hija tiene ese problema. Me ha robado no sólo a mí, sino también a quienes convivimos con ella y a los familiares que nos visitan o han compartido vacaciones con nosotros. Incluso ha vendido mis alhajas, me roba el dinero del bolso, utiliza mis tarjetas de crédito y hasta mi teléfono celular".
"La han detenido varias veces en supermercados y tiendas por robar, y algunas veces la han llevado a la comisaría. Miente para justificarse y se cree sus propias mentiras, a veces estrafalarias. Afortunadamente ha comenzado a mejorar con la psicoterapia".
El desorden
¿En que consiste la cleptomanía? ¿Por qué surge y cómo puede solucionarse o al menos mejorarse este trastorno psicológico?.
"Es un trastorno del control de la impulsividad cuya característica esencial es la dificultad recurrente de la persona para controlar los impulsos de robar cualquier objeto, aunque no sea necesario para el uso personal ni en razón de su valor económico", explica la psicóloga clínica Marichu Hidalgo.
Según esta experta, especializada en trastornos de la personalidad, "se trata de un impulso irresistible a apropiarse de las pertenencias ajenas, generalmente de objetos que no son necesarios ni útiles".
"Quienes padecen este trastorno experimentan una fuerte sensación de tensión nerviosa y ansiedad al entrar en una tienda, que sólo desaparece cuando consiguen robar algo en ese sitio", explica Hidalgo.
Según esta psicóloga clínica "los cleptómanos son conscientes de que se trata de un acto equivocado y sin sentido, pero no pueden controlarse y, a diferencia del ladrón delincuente, no utiliza ni vende lo robado y nunca se ayuda de cómplices".
Otros comportamientos que los diferencian de los delincuentes -según la experta- es que "tienden a acumular los objetos robados en su casa o en un escondite sin utilizarlos y los devuelven a sus propietarios originales de la misma forma en que los sustrajeron, de forma clandestina, y también con cierto alivio".
Robar como placer
"En ocasiones los cleptómanos incluso se olvidan de lo que han sustraído y lo dejan abandonado en algún rincón de su hogar o del entorno, porque la gratificación que consiguen proviene de robar y no de vender", señala Marichu Hidalgo.
Según esta especialista, las personas con este trastorno no planifican los robos ni toman medidas adecuadas para evitar las posibilidades de arresto.
"Entre los trastornos de la personalidad que suelen estar asociados con la cleptomanía, figuran las compras compulsivas, la depresión, la ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria como la bulimia nerviosa, así como el abuso de sustancias", según la experta.
De acuerdo con los expertos del Sistema Universitario de Salud (UHS, por sus siglas en inglés) de Texas (E.U.), "el tratamiento de la cleptomanía puede incluir asesoría o terapia grupal o individual", generalmente con el propósito de tratar los problemas psicológicos subyacentes a este trastorno, y también puede incluir terapias de modificación del comportamiento y familiar.
Según el UHS, en el tratamiento pueden incluirse fármacos que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro como la fluoxetina.
También se trata con medicamentos que se usan generalmente para tratar el alcoholismo y la drogadicción, y que también reduce el deseo de robar y las conductas asociadas en los cleptómanos, según un estudio publicado en Biological Psychiatry.
Según el equipo del doctor Jon E. Grant, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota (E.U.), "la cleptomanía compartiría muchas similitudes con trastornos por abuso de drogas: deseo intenso de consumo, tolerancias, abstinencia, intentos reiterados y sin éxito de reducir o dejar de consumir".
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