Cerbero, el can de tres cabezas que aguarda en las puertas del infierno, vigilando a quien ose pasar por ahí, ha tomado forma en un rapero venezolano que hizo mover los cuerpos de los jóvenes de la Comuna 13, anoche en el festival de hip hop Revolución sin Muertos.
Canserbero, es el disfraz de Tyrone González, un muchacho de 23 años que tiene una habilidad increíble para componer una especie de poesía maldita que, con crítica y palabras duras, busca generar consciencia. Con tres placas y más fama en internet que en las tiendas de discos, Tyrone habló con nosotros.
En Youtube hay un video que lo muestra a usted haciendo una improvisación de casi 7 minutos.
"Eso fue una travesura. Antes, cuando estaba más chamo, me la pasaba freestaliando (sic) mucho y echando bromas, pero pocas veces hago eso".
Sus letras tienen un alto contenido social.
"No siempre han sido así. A los 11 o 12 años empecé a meterle al rap y a esos géneros similares, pero decía cualquier cosa y ya, a medida que fui madurando como persona fueron madurando mis letras. Nunca abandoné la escuela, sigo estudiando, me interesé por otro tipo de temáticas".
En sus letras contrasta el amor y el odio. ¿No es una contradicción?
"Eso es típico de todo ser humano. Lo que yo quiero decir, mi mensaje, es positivo, pero también estamos llenos de muchas decepciones y rabias y necesito desahogarme. No busco ser un mártir ni hacer carrera política, entonces no tengo que ser un modelo a seguir, simplemente mi propuesta es ser sincero y ya. En algunos temas hay rabia y no son un mensaje positivo, pero al fin y al cabo todos somos así, por eso tiene que haber una objetividad en el oyente de saber que es lo que está bien y mal".
¿De qué se nutre para escribir?
"No soy un come libros, soy un curioso, siempre estoy investigando cosas, viendo documentales. Tengo un montón de libros y no me he leído ni la mitad de ellos. Lo que escucho es muy variado, ni siquiera la mitad de lo que tengo es rap, crecí escuchando rock. Me gustó el rap y me enamoré de él, pero me gusta el soul, el jazz, el blues, la salsa y hasta los boleros. Mi sonido también se debe a Kpu, mi productor, que es muy inquieto y por eso en el álbum Vida hay pianos, guitarras y hasta saxofones".
¿Qué significa estar en Revolución sin Muertos?
"Es muy bueno porque hace poco estuve aquí y las cosas no salieron tan bien, porque fue un evento entre semana. Ésta es una oportunidad para reivindicarme. Estoy muy contento porque es algo masivo y porque es un festival que llega a un lugar donde está la gente menos pudiente, porque si nos vamos a la raíces del rap, de eso se trata".
Su música, a pesar de la calidad, no es muy conocida ¿Por qué?
"Somos bien flojos en la promoción, porque hacemos otras cosas además de esto. Yo soy analista de reclamos en una empresa y tengo un horario de oficina, además estudio Derecho. No le hemos invertido mucho tiempo a esto, es que el rap está en pañales, Colombia es una excepción".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6