Susana Cortés no paraba de darle las gracias a Dios por el hecho de seguir con vida. Las heridas de su rostro, fuertemente golpeado por causa del choque, dejan en evidencia lo que para ella es una realidad: "estoy viva de puro milagro".
Sin embargo, aunque muy agradecida, no deja de lamentarse por la muerte de su padre, Jaime Cortés Triviño, quien viajaba hacia Medellín junto con ella y su esposo, Antonio Alvarado, para asistir a una ceremonia en la que su hijo Andrés Felipe, seminarista de la comunidad salesiana, ofrecía sus votos como sacerdote.
"Es muy triste que mi papá, quien quería acompañar a su nieto en este momento especial, ya no pueda estar", comentó. Las lágrimas rodaban por su rostro.
Su mente, conmocionada aún por el suceso, trató de recordar el instante en el que ocurrió el accidente.
"Yo estaba dormida y no sentí nada. La verdad ni sé cómo me sacaron. Llegué al hospital y no sabía ni de mi esposo ni de mi papá, más tarde me enteré que él había muerto", dijo Susana.
Aún en el hospital, y a la espera de que le dieran de alta, la mujer, residente en Bogotá, realizaba los trámites con la funeraria para lograr que el cuerpo de su padre fuera trasladado a esa ciudad, donde se realizará el sepelio.
"Mi hijo todavía no sabe del accidente porque está en un retiro espiritual. Vamos a asistir a la ceremonia y nos devolveremos lo antes posible para enterrar a mi papá", afirmó.
En el hospital del municipio de San Luis, en el que permanecían ayer 16 de los 35 heridos del accidente, el ciudadano eslovaco Tomas Ragan, uno de cinco extranjeros que viajaban en el bus de Expreso Bolivariano, esperaba que le tomaran algunas radiografías para determinar la gravedad de sus lesiones.
El joven, de 28 años, quien está en Colombia por primera vez para visitar a una amiga, relató como ocurrieron los hechos.
"Empecé a sentir que el bus venía más rápido y de repente golpeamos con algo. Se sintió un ruido muy fuerte, como de frenos. Perdí la conciencia y como a los diez minutos reaccioné y salí del bus. Un carro que iba pasando por la carretera me trajo hasta el hospital", contó.
Tomas se encontraba acompañado de su amiga Eva Vollmana, a quien llamaron de un celular que él cargaba para avisarle sobre lo ocurrido.
"Yo quería viajar por todo Colombia, pero creo que ya me voy a quedar en Medellín", puntualizó Tomas.
El accidente
El bus, de placas SVF 432, de Villeta, Cundinamarca, perteneciente a la empresa Expreso Bolivariano, había salido de Bogotá a las 10:20 de la noche del jueves.
Según varios de los pasajeros, el vehículo tuvo que realizar dos paradas, una de ellas en Villeta, porque, al parecer, "venía con fallas mecánicas".
"Cuando salíamos de Bogotá el bus venía muy despacio. Luego paramos como media hora, lo apagaron, el conductor se bajó a revisarlo y después volvimos a arrancar", manifestó Germán Valencia, otro de los heridos, oriundo de Medellín.
El accidente tuvo lugar aproximadamente a las cinco y media de la mañana, a la altura del kilómetro 78 de la vía, en el sector conocido como Puente Piedra Seca, jurisdicción de San Luis.
Según el mayor Félix Antonio Jaimes, comandante de la Policía de Carreteras de Antioquia, al parecer, el incidente habría sido provocado por la explosión de una de las llantas traseras del vehículo, lo que llevó a que el conductor perdiera el control del mismo haciendo que se estrellara contra una barrera de protección, luego de lo cual rodó unos 50 metros quedando volcado entre los dos carriles de la calzada.
Davier Alexánder Ceballos, quien se encontraba alojado en un restaurante situado cerca del lugar donde ocurrió el accidente, fue una de las personas que ayudó a sacar a los heridos.
"Saqué a siete personas. Muchos tenían fracturas en los pies y dolor en la columna. Incluso, sacamos a un muchacho vivo que después murió. En el bolsillo, él tenía el celular y un compañero llamó a la mamá para darle la noticia", comentó.
Según su versión y la de algunos de quienes se encontraban a esa hora en la zona, las ambulancias llegaron casi dos horas después al sitio, razón por la que la mayoría de heridos fueron llevados a San Luis en vehículos particulares que a esa hora transitaban por el sector.
Respuesta de la empresa
Aunque Expreso Bolivariano no emitió un comunicado oficial después de lo ocurrido, uno de sus empleados del Centro de Control, en Bogotá, le dijo a EL COLOMBIANO que ninguno de los vehículos de la compañía es puesto en funcionamiento en caso de presentar alguna falla.
"Somos muy rigurosos en las inspecciones a las que se someten los carros. Cada tres días van a inspección y las llantas son las partes fundamentales de esa revisión", recalcó.
De otro lado, Carlos Alberto Lemos, gerente del hospital de San Luis, informó que en el incidente perdieron la vida seis personas (todos hombres) y otras 35 resultaron heridas.
Cinco de los lesionados eran menores de edad y otros cinco eran extranjeros: dos de nacionalidad argentina, un austriaco, un eslovaco y un español.
De los 35 lesionados, 19 fueron trasladados al hospital San Juan de Dios de Rionegro y a otros centros asistenciales en Medellín debido a la complejidad de sus heridas.
El médico Lemos dijo que hoy serían dados de alta los 16 pacientes que permanecían en el hospital de San Luis.
La autopista Medellín-Bogotá permaneció cerrada por cerca de cuatro horas mientras se adelantaba el proceso de levantamiento de cadáveres, se terminaba de trasladar a los heridos y se remolcaba el bus accidentado.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6