De familia de arrieros y con los recuerdos intactos del Envigado de su niñez, Dora Emilse Restrepo, líder comunal de la vereda El Salado, en Envigado, lleva dos décadas convocando a las señoras del barrio a que tejan en su casa.

“Aquí no había nada, ni siquiera llegaban los buses y tampoco había estación de policía. Todo se resumía en velas y mucha leña. Siempre hemos sido muy ricos en agua. Toda la vereda era camino de herradura, todos los caminos estaban en piedra. La Acción Comunal se fortaleció y se empezaron hacer las carreteras y a gestionar la energía”, recuerda.

Emilse se crió en La Chocolatería, que queda en la entrada del Parque Ecológico El Salado de Envigado. Se hizo líder en el barrio reclamando lo justo: calles, policías, inversión en cultura y deporte.

De la famosa Chocolatería recuerda que en la época de sus abuelos y de su papá efectivamente sí vendían chocolate y que eso hizo que el sitio fuera reconocido, “pero eso luego fue pasando a otros dueños y solo quedó el nombre y ahora solo queda el recuerdo”. Agrega que sus papás y sus abuelos tenían a la Chocolatería como el punto de encuentro para traer la carga desde otros municipios y también para llevar la carga hasta esos mismos sitios. En ese entonces, los arrieros —sus abuelos y su padre— llevaban el carbón y la leña a los barrios de Envigado.