Su voz es tan dulce como su presencia, será por eso que su papel, en Desafío Súper Humanos La Urbe, será acompañar a los participantes en sus experiencias de juego, los premios y en sus salidas. Es el nuevo rostro del programa que se renueva en la parte de presentación con la salida de Margarita Rosa de Francisco. La parte de las pruebas le corresponderá a Catalina Aristizábal. Ambas asumen el reto de ser la cara del Desafío, no buscan remplazar a Margarita, más bien quieren dejar su propio sello.
Melina Ramírez se ha preparado a conciencia, con meditación y yoga trata de encontrar balance. La caleña busca en sus ratos libres tener momentos de mucha calma, por eso, además de practicar estas dos disciplinas también quiere compartir con su familia. El trabajo es de un ritmo fuerte y pesado pero ella afirma que está preparada.
Como buena caleña le encanta bailar, desde muy joven estudió danza. Es aficionada a la Champions League, trata de no perderse ningún partido. Si le toca grabar en estos días en que el campeonato avanza busca llegar luego a informarse. Usa Twitter para hablar de fútbol, de la Liga de Campeones. En Instagram comparte más su faceta de modelaje. Es activa en redes sociales y cree que es un buen espacio para estar cerca de la gente, tener contacto y conversación con sus seguidores. De todas maneras es cuidadosa con su vida privada, habla solo lo preciso y cree que sus fanáticos han respetado eso, producto también del respeto que ella promueve en redes con lo que escribe y comparte.
Está enamorada y feliz, lleva tres años con su novio con quien además trabaja. Cada vez que pueden, se escapan al mar, a desconectarse un poco del bullicio de la ciudad, de la carga del trabajo, a toparse con el balance para ella fundamental. Una mujer suave, afable y con los pies bien puestos sobre la tierra.
¿Cómo describes tu carrera?
“A pesar de ser una carrera corta, ha sido exitosa, gracias a Dios. He sido juiciosa y disciplinada, pienso que hay que trabajar para que las cosas funcionen y salgan bien. Todo en mi parte profesional ha fluido de una manera maravillosa. Nunca he tenido problemas y todo ha llegado. He contado con la bendición de tener una carrera corta, que ha crecido rápidamente”.
Le has metido mucho empeño...
“Siento que todo el esfuerzo que he hecho, los horarios, las emisiones, los estudios que me fui a realizar a Madrid, todo ha dado su fruto, día tras día. Ha valido la pena todo el esfuerzo y el compromiso. Esto me lo he tomado muy en serio. No soy periodista ni comunicadora social. Soy publicista de profesión, esto me lo he asumido con mucha seriedad. Decidí que si iba a entrar a este medio era porque me iba a capacitar y lo iba a hacer muy bien”.
Es un medio de mucha competencia y a veces complejo...
“Aunque suena cliché, equilibrio es la palabra indicada. Este es un trabajo frenético, tiene ritmos duros, jornadas largas, las grabaciones son pesadas y el ambiente puede llegar a ser denso, estás expuesto a críticas, a envidias. Es un medio que si bien tiene sus partes muy positivas también las tiene negativas como cualquier aspecto en la vida. Hay que tener un poco de calma, de mesura, entender que no pasa más allá de un trabajo, de tu profesión.
La vida tiene otros componentes además del trabajo, la fama y la belleza. Eso no puede convertirse en el único motor de la existencia”.
Has estado al frente de un noticiero ahora lo harás en un realiti ¿seguirás en la presentación?
“Es en definitiva en lo que más me siento cómoda, me permite ser polifacética, explorar diferentes campos dentro de la presentación como los propios formatos. Con el que más me siento feliz es con los realiti. Aprendí mucho de mi paso por el noticiero, era estar en la jugada, investigando, aprendiendo en tema de improvisación. Me encanta que mi base y mi formación haya sido el noticiero, pero ahora estoy feliz con los realiti, es el tema de ser tú mismo ante las cámaras”.
El público te verá en Desafío Súper Humanos, La urbe...
“Es la oportunidad de mi carrera, de despergarla al 100 por ciento, de seguir aprendiendo en un programa tan conocido y éxitoso en el país. Es en realidad un gran compromiso para hacer bien las cosas, para que siga siendo un gran programa. Me fascina. Me gusta mostrar diferentes facetas de Melina como persona y como presentadora y este es el escenario perfecto para hacerlo”.
¿Cómo ha sido tu preparación para El Desafío?
“En el tema físico, en mi caso, ha sido el normal de toda mi vida. Me gusta hacer ejercicio, cuidarme, no soy una mujer fitness, pero sí estoy acorde al estilo de vida que promueve el programa que es algo saludable. Aquí el tema duro y la carga física les toca a los participantes.
En realidad me he preparado para entender cómo es el programa, cogiéndole el ritmo y mentalmente también porque son varios meses de grabación, lejos de la familia y la casa. Hay que estar preparados para asumir eso”.
Y su carrera como modelo...
“Es de mis facetas favoritas, me encanta, es otra profesión que respeto muchísimo. Soy modelo desde los 16 años. Desde pasarelas hasta campañas. Me proyecto con cosas grandes, le meto la ficha a todo lo del modelaje nacional e internacional, es otro aspecto de mi vida que me disfruto al 100 por ciento. Mi novio es fotógrafo, es mi equipo de trabajo. Somos un gran equipo”.
