Con 123,4 millones de espectadores, el Super Bowl, la final del fútbol americano ganada el pasado domingo por Kansas City Chiefs y que contó con la presencia de la cantante de pop Taylor Swift, fue el espectáculo de televisión más visto de la historia de Estados Unidos, según la cadena retransmisora.
Según CBS Sports, la cifra es un 7% superior a la del año pasado, cuando el número de espectadores marcó otro récord llegando a 115 millones, e incluye a las personas que vieron en todas las plataformas disponibles la emocionante final de la NFL entre Kansas Ciy y los San Francisco 49ers, resuelta en los últimos segundos de la prórroga.
La cantante voló a Las Vegas tras su último concierto de la exitosa gira “Eras Tour” en Tokio, Japón, para estar presente horas más tarde en la final y alentar desde un palco de lujo a su novio junto a Blake Lively, Lana del Rey y Spice. Eso hacía prever que atrajera a un ejército de fanáticas adolescentes a ver el espectáculo.
El decisivo duelo contó con la presencia de grandes estrellas de Hollywood y de la canción, como la cantante Beyoncé, que aprovechó la ocasión para anunciar el lanzamiento de un nuevo disco.
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Pero en los palcos también estuvieron Justin y Hailey Bieber; hermanas Kendall Jenner, Kim y Khloé Kardashian; Jared Leto, Leonardo di Caprio, los cantantes Post Malone, Gwen Stefani, Lady Gaga, Paul McCartney, Bad Bunny, y deportistas como LeBron James.
Las grandes marcas llegaron a pagar hasta 7 millones de dólares por 30 segundos de publicidad durante la transmisión.
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Usher, el cantante y productor musical denominado “Rey del R&B”, protagonizó el espectáculo del medio tiempo del partido. Fue un show de 15 minutos de música y baile al mejor estilo de Las Vegas, que contó con artistas invitados como Alicia Keys.