Este 2022 quedará en la memoria de Sebastián Martínez como uno de los mejores de su vida. Es el protagonista del remake de Hasta que la plata nos separe, de RCN, es el antagonista de la serie internacional Pálpito, de Netflix, y hace parte de la comedia Primate, de Prime Video, tres personajes muy distintos que le han permitido mostrar su versatilidad frente a las cámaras.
El paisa fue por estos días protagonista de una polémica en redes cuando afirmó que Medellín debería ser la capital de Colombia.
El actor habló con EL COLOMBIANO acerca de este momento en su vida.
¿Cómo construyó el personaje de Zacarías en Pálpito?
“Analizando la condición humana, viendo a esas personas que están obsesionadas por el poder, que son controladoras, egocéntricas y narcisistas, fue todo un análisis psicológico y social. Así fuimos construyendo a Zacarías”.
¿Le sorprende el impacto que tuvo la serie?
“Sabíamos de la calidad de la serie, que nos iba a ir bien, pero realmente no esperaba todo ese impacto, fue una locura, una sorpresa bonita”.
¿Cómo le va de villano?
“Me gusta mucho, en especial este porque no es el clásico villano de la telenovela, sino que es un tipo que tiene unas cualidades psicológicas y de personalidad muy fuertes, que actúa por amor y eso hace que sea muy humano, que es lo que como actor me interesa”.
En Primate, en Prime Video, hizo de un director de TV muy empeliculado, ¿se inspiró en alguien?
“Fue una serie que nos la gozamos, teníamos muchos referentes, fue una gran manera de exorcizar muchas cosas que uno ha visto por ahí. Por ahora nadie se ha sentido aludido, pero sí tiramos muchos al agua, ese personaje es la mezcla de muchos directores que hay en el medio”.
¿Cómo llegó a la esencia de Méndez en Hasta que la plata nos separe?
“Partí de la bondad y de los referentes que tengo a mi alrededor con las características de este personaje, así que canalicé la bondad y las cualidades del ser humano para construir a Méndez”.
¿Se tomó muchas licencias frente al personaje original?
“Yo no vi la original y no quise verla luego, así que no sé que semejanzas tiene con el personaje de hace años”.
¿Le preocupa el rating de Hasta que la plata nos separe?
“Me parece que esas cifras que arroja el rating no son reales, en la calle Hasta que la plata nos separe es una locura, la gente me saluda y me dice Méndez, no creo que sean poquitas las personas que la están viendo, al contrario, creo que son muchos lo que están conectados. No entiendo ese rating, de hecho hace unas semanas salió una nueva medición de Claro y RCN aparece casi que por encima. Lo que uno percibe en la calle es opuesto a lo que dice el rating”.
¿Le sorprendió la polémica que se generó cuando dijo que Medellín debería ser la capital de Colombia?
“Medellín es muy agradable, es mi tierra, mi ciudad y me emociona ver su progreso, ver cómo todas las personas están comprometidas con el desarrollo de su tierra es muy admirable y es un ejemplo. Lo que dije lo hice porque me parece que es verdad. Bogotá tiene muchas cosas que admirarle a Medellín. Gracias a esa polémica entendí que en Bogotá no hay sentido de pertenencia, porque al ser una ciudad de tanta gente, al final no es de nadie, en cambio en Medellín todo quieren luchar para que todo salga muy bien. Igual adoro a Bogotá, pero al que le duela que le duela” .
¿Cómo maneja sus redes sociales, qué tanto de su privada comparte?
“Mi vida privada es eso privada, pero también la socializo, aunque no con cosas invasivas. En las redes me gusta contar historias de la vida real, uno debe manejar límites y saber hasta dónde llega con las cosas, porque si abres una ventana luego no hay quién la cierre”.