En la era victoriana, esos 64 años de reinado de Victoria I en el imperio británico entre 1837 y 1901, las telas se teñían con tintes vegetales. Gracias a las anilinas que descubrió el químico William Perkin llegaron tonos como el fucsia (llamado fucsina en su momento) y el púrpura, “un adelanto que generó un cambio en la apariencia del color y en esa dinámica victoriana de vestirse de grises y tonos oscuros, e hizo de la historia del color una expresión de alta tecnología en la ropa de su tiempo”, explica el docente de diseño de Vestuario de la UPB William Cruz Bermeo.
Como el Internet en el XX o las máquinas de coser en el siglo XIX, esas anilinas son ejemplos de cómo la tecnología ha transformado a la moda. Eduardo Sánchez Navarro, decano nacional de la Facultad de Diseño, Comunicación y Bellas Artes de la Fundación Universitaria del Área Andina, puntualiza que es un toma y dame, en el que la tecnología puede ser un aliado estratégico y en otras ocasiones desplaza lo que tenemos por costumbre, como por ejemplo “comprar en las tiendas físicas e ir a medirnos la ropa”.
Ahí dice el ingeniero de Sistemas Juan Carlos Lema, director de tecnologías de información de JCL Resultoria, y quien dará una charla sobre el tema en Colombiamoda 2020, que la tecnología no llega a la empresa de moda a decirle “necesito que me uses. Son las marcas y la industria las que se han dado cuenta de la necesidad de la misma y habrá quien utilice las tecnologías de información para crecer y ser más productivo, otros que no, y eso va muy desde el ADN corporativo”.
Grandes retos
La pandemia, detalla el decano, ha generado un cambio forzoso en los sectores de comercio en el país, “que se vieron obligados a moverse hacia un escenario virtual y tecnológico. En el de la moda había empresas que ni siquiera tenían un canal de WhatsApp para comercializar y tuvieron que hacerlo. Siento que el gran reto de la tecnología aplicada a la moda es entregarle al consumidor las características que tenía en la presencialidad y en eso ya se está trabajando”.
Ahí insiste el ingeniero Lema que la tecnología es y será siempre muy importante, pero más significativa aún será la experiencia de usuario. “No hay diferencia en que un cliente vaya a un almacén y el vendedor lo atienda mal a que entre a una página web, compre algo en línea y le llegue tarde”.
En esa compra en línea, en la que la tecnología es fundamental hay particularidades como que hay gente que todavía no se adapta al tema de su talla y ahí la innovación tecnológica trae adelantos como software especializados, “con los que cualquier persona puede escanear su cuerpo y la aplicación le dice automáticamente el tallaje”. Y ya se encuentra en el país, precisa Eduardo.
Colombiamoda y su apuesta
Este año, la feria de moda más grande de Colombia no se canceló ni se aplazó, será completamente digital y comenzará mañana. Uno de los cambios más significativos tiene que ver con que no habrá pasarelas sino puestas en escena de moda (ver recuadros).
Uno de los diseñadores que estará en este formato es Juan Pablo Socarrás, que presentará su colección El amor amor, de la mano de Samsung Galaxy S20. Él ve beneficios interesantes en este formato y trae el recuerdo de pasadas participaciones en Colombiamoda: “Cuántas veces se hacían estas filas larguísimas, gente que quería entrada para un desfile y lastimosamente no había. Hoy con estas puestas en escena no habrá excusa para que no vean tu propuesta. En medio de esta pandemia hemos visto las puestas de Dior con solo con conectarnos al computador”.
Aunque hay quienes no les gusta. Para la afamada crítica de moda Vanessa Friedman, del New York Times, que la Semana de la Moda de París haya sido digital generó un clamor compartido con sus colegas. “Nunca pensé que escribiría estas palabras: devuélvanme la pasarela”, redactó, extrañando los desfiles de moda en vivo y no muy a gusto con estas presentaciones en video.
Marta Calad, consultora de moda, puntualiza que hoy más que nunca estas puestas en escena obligarán a los diseñadores y marcas a hacer un esfuerzo muy grande desde la conceptualización de la colección, “para que verdaderamente impacte y genere una experiencia, ahora sí hay que contar una historia, porque eso solo no cautiva. Antes se veía la pasarela y podíamos ir al final a ver alguna prenda o ir a la tienda y tocarla, hoy la gente quiere tener ese contenido desde lo digital para tomar su decisión de compra sin tener que salir a ningún lado ni correr ningún riesgo”.
Para Sánchez lo que está pasando en la moda no significa que las pasarelas vayan a desaparecer, “creo que se seguirán haciendo, pero a futuro sí podrá darse algún cambio. Las personas y marcas que, gracias a la tecnología, implementaron alguna transformación en esta pandemia, lo van a seguir haciendo”.
Así como hoy se recuerda ese fucsia que llegó al vestuario como novedad de la tecnología en la era victoriana, en el futuro rememorarán este 2020 como el año de una pandemia que dejó al público sin pasarelas, pero con presentaciones digitales o sin ir a medirse ropa en las tiendas, pero sí calculando como se vería gracias a las aplicaciones. Estas son las diferencias