Este fin de semana empezó a circular una fotografía difundida por el Palacio de Kensington y tomada en Windsor por el príncipe William, en donde se ve, por primera vez desde su cirugía de abdomen, a la princesa Kate rodeada de sus hijos George, Charlotte y Louis.
Una fotografía también compartida en la cuenta oficial de Instagram de la princesa, con un mensaje adjunto: “Gracias por sus amables deseos y su continuo apoyo durante los últimos dos meses. Les deseo a todos un feliz Día de la Madre”, pues este domingo se celebró el Día de la Madre en Reino Unido.
Por su puesto, múltiples medios de comunicación y agencias de noticias, compartieron la imagen, pero luego varias de ellas decidieron retirarla argumentando que “la foto ha sido manipulada”.
“Al examinarla más de cerca, parece que la fuente ha manipulado la imagen”, sostiene The Associated Press, mientras que AFP le explicó a sus asociados que había retirado la foto por “un problema editorial”, y que “ya no puede ser utilizada de ninguna manera. Por favor, retírenla inmediatamente de todos sus servicios en línea”.
Asimismo, Reuters y AP coinciden en que la manda de Charlotte, la hija de Kate, fue la que les despertó preocupación ante una posible manipulación.
“La manga no estaba alineada correctamente, lo que sugiere que la imagen ha sido alterada. Hasta el momento no hemos determinado cómo, por qué o quién realizó la alteración”, anotó Reuters, y en ese mismo sentido, lo hizo The Associated Press: “Hay una inconsistencia en la alineación de la mano Charlotte, lo que sugiere una manipulación, de manera que la foto no cumple con los estándares fotográficos de AP”.
Por lo general las agencias de prensa prohiben el uso en exceso de la edición de fotografías y utilizan software especializado para verificar que no hayan sido alteradas. “Los avances rápidos en la inteligencia artificial generativa en los últimos años han hecho que sea cada vez más fácil para actores malintencionados crear fotografías y videos falsos convincentes, creando más dificultades de verificación para las organizaciones de noticias”, explicaron en CNN.
No obstante, este nuevo episodio le supone al Palacio de Kensington un nuevo dolor de cabeza para sus relaciones públicas, y le da más tela para cortar a las teorías conspiranóicas que desde la cirugía de Kate, de 42 años, de la cual no se sabe nada, empezó a ser un tema de conversación recurrente en todas partes.