Hasta antes de personificar a Frida Kahlo, era difícil imaginar a Flora Martínez cantando rancheras.
Solo hasta que se metió en la piel de la artista y sintió la energía y fortaleza del personaje en la obra Frida Libre, Flora comenzó a considerar la posibilidad de interpretar canciones de la música popular mexicana. Además de producir un álbum, tanto así que la próxima semana, el viernes 13 de abril, presentará el trabajo musical Flores para Frida, en el que fusiona rancheras con jazz.
Como abrebocas, presentó el sencillo La Tequilera, en dos versiones, español e inglés. A la par de estos proyectos musicales, la artista fue invitada a México con Frida Libre, para hacer parte de la celebración del cumpleaños de la pintora mexicana.
Aunque no cierra las puertas para regresar al cine o a la televisión, dice estar muy cómoda en esta faceta musical. Asegura que solo una gran historia la haría regresar a los medios audiovisuales.
¿Cómo llegó a las rancheras?
“Si me lo hubieras preguntado hace cinco años no se me hubiera pasado por la cabeza. Aunque siempre fui fan de Chavela Vargas, amo los mariachis y me emociona mucho la música mexicana, nunca me lo había planteado, pero a raíz de Frida Libre el público empezó a preguntar por un disco de las canciones que hacen parte de la obra y eso nos llevó al álbum”.
Los temas los fusionaron con jazz y otros géneros...
“Mi esposo (José Reinoso), que es un gran músico, fue el que me propuso combinar esas rancheras con jazz.
Es poder cantarlas como cuando uno lo hace en solitario, no son festivas, no son para que el mundo las escuche, sino para disfrutar, para sentir sus melodías”.
¿Habrá lanzamiento del álbum Flores para Frida?
“A partir del 15 de mayo vamos a estar en Bogotá presentando el disco y tendremos seis fechas de conciertos, algo que vamos a llamar el Itinerario del amor, que nos llevará, obviamente, a Medellín y a México”.
¿Lista para enfrentar al público mexicano?
“Claro que sí, estamos muy emocionados, aparte porque recibimos la noticia de que vamos para México con la obra sobre la artista mexicana, justo para celebrar su cumpleaños, el 6 de julio. Serán cinco funciones”.
De la canción La Tequilera, que lanzó ayer, hay dos versiones. ¿Por qué?
“Una en español completamente y otra en la que escribimos la letra, en inglés, en un ejercicio muy bonito.
Es un experimento muy emocionante porque es la melodía la que está hablando”.
¿La sorprende este momento en su carrera, más ligada a la música y al teatro?
“Estoy superemocionada, es una apuesta, hice un giro en mi carrera, veo a mis amigas siguiendo el sueño de ser actriz, muchas con gran éxito, pero yo tuve el privilegio de conocer a mi esposo hace 13 años y me permitió proyectar el amor que tenía desde siempre por la música, que adquirí al lado de Teresita Gómez y Mirabay, allá en Medellín, en esa casa que fue como mi segundo hogar.
Con este hombre tuve la fortuna de encontrarme, de recibir todo su conocimiento musical, de que me haya tenido esa paciencia y amor para enseñarme este arte tan complejo y duro, tan distinto a la actuación, pero tan parecido a la interpretación, que te permite sentir todas las emociones”.
¿Eso significa que la puerta de actuación, en cine o televisión, está temporalmente cerrada?
“Esa puerta está abierta a que me llegué una historia que realmente me emocione, he tenido propuestas, pero abandonar ahora este proceso, de dejar el escenario y el público, de alejarme de ese lenguaje musical que he perseguido por tanto tiempo, de interpretar una obra como Frida, con ese mensaje que es tan contundente, es muy difícil, ni que me ofrecieran los trillones. Aprendí que ya no vale la pena, porque te quedas con la sensación de vacío,
Si llega un guion, vamos a darles ideas a los creativos allá afuera, con historias de esas mujeres que tenemos en este país, madres que dan la vida por sus hijos, por su familia, por supuesto que diré que sí. Hasta que no llegue, aquí voy a seguir”.