*Enviada especial
La primera vez que escuché hablar de la D23 fue mucho antes de la pandemia, por la época en que los Avengers eran las estrellas indiscutibles de la taquilla mundial y los más replicados por los cosplayers –quienes imitan con mucha precisión a los originales–. D por Disney y 23 por 1923, el año en el que Walt Disney fundó su primera compañía en Hollywood que luego se convirtió en el imperio que es hoy.
Siempre se ha hecho –desde 2009– en Anaheim, California, cada dos años, y reúne a miles de seguidores que además de querer enterarse de primera mano de lo que viene para sus películas y series favoritas, pueden participar de cientos de experiencias como tomarse fotos en los distintos sets que se arman o las diversas actividades interactivas de cada stand, ir a los paneles (presentaciones) que entregarán adelantos exclusivos que no se han visto en el mundo, probar los nuevos videojuegos o simplemente recorrer este inmenso espacio.
Todo eso se trasladó este año para América Latina, por primera vez, y fue Brasil el país escogido, no solo por su conocida legión de fans, sino por su infraestructura y tamaño.
El espacio en el que se realiza la D23 Brasil se llama Transamerica Expo Center: son cuatro pabellones y un auditorio o arena gigante que suman cerca de 40.000 metros cuadrados, todos llenos de experiencias Disney, Pixar, Marvel, Star Wars, National Geographic y ESPN.
Una experiencia sensorial
Las horas corren rápido, las filas son largas y hay tanto por hacer y mirar que es imposible abarcarlo todo en un solo día. Quizá por eso, eventos como este venden paquetes para los tres días, aunque si solo eres fanático, por ejemplo de Star Wars, en un día puedes hacer el recorrido y asistir al panel de anuncios.
A las 10:00 de la mañana abren las puertas y los primeros en llegar, que llevan varias horas esperando, lo hacen como si fuera una carrera. Traté de entender por qué corrían y hacía dónde iban.
La tienda de Disney fue el primer lugar, cerca de 100 metros cuadrados con productos de todas sus marcas y que se diseñaron exclusivamente para la D23 Brasil. Entendible por el nivel de mercadeo que maneja la compañía del ratón más famoso del mundo. El otro se llama Iron Studios.
-¿Qué hay allá?, le pregunto a una joven que hace fila conmigo para vivir una experiencia láser de Star Wars.
-Es un sitio especializado en productos geek para coleccionistas, me dice.
Hay figuras de acción con moldeado de escenas icónicas como cuando Simba es levantado por Rafiki, son una especie de esculturas, muy apetecidas por los fanáticos y de las que solo salen cantidades limitadas.
Dejando el tema comercial a un lado (que para algunos es controvertible), hay otro espacio que para mí es más importante. Aquí se llama la Arena D23, un auditorio en el que las grandes cabezas de la compañía presentan las novedades. El mismo Kevin Feige, presidente de Marvel, estuvo presente y con él un desfile de estrellas que vinieron a Brasil, desde los ejecutivos de Disney hasta directores como Barry Jenkins y actores como Rami Malek, Anthony Mackie, David Harbour, Charlie Cox y Vincent D’Onofrio, grandes estrellas que vinieron a dar anuncios.
A eventos como este llegan cerca de 300 periodistas, la mayoría de Brasil, pero también hay colegas de Argentina, México, Puerto Rico, Costa Rica y Panamá. Aquí, como mínimo, periodistas y fanáticos pueden pasar 10 horas de su día.
Al salir la adrenalina está a tope a pesar del cansancio y hay una sensación de unidad, todos remando hacía el mismo lado, una alegría unánime.
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Los cosplayers son quienes más disfrutan de esta visita (aunque también se ve felicidad en los niños y adolescentes), mientras caminan por la convención constantemente la gente les pide fotos, les graban videos; no vi a ninguno negarse, incluso hubo una que me dio su tarjeta: Talita Abreu, cosplayer, @maedaloriana en Instagram. La mayoría son profesionales, pero también hay aficionados y constantemente hay concursos para ellos.
Es evidente que hay unos fanáticos más intensos que otros y que quizá más de uno viene por curiosidad, pero al final queda claro que convenciones como esta seguirán llenándose mientras la gente demande divertimento puro, entretenimiento en su máxima expresión.
*Por invitación de Disney