La cantante Britney Spears vuelve a ser centro de atención por su vida privada. Ya no por su padre Jamie Spears, al que lodró que se le retirara el cargo de tutor legal, sino en una polémica que causaron las declaraciones de sus hijos adolescentes Preston de 17 años y Jayden de 16.
Todo comenzó por el documental realizado por Daphne Barak sobre la vida privada de Britney Spears, en el que participan su antiguo esposo Kevin Federline, de 45 años, su hermano y su padre Jamie Spears, con el que cortó relación luego de que se acabara la medida legal en 2022.
Para el documental, Daphne Barak explicó que se pasó nueve meses trabajando con la familia de Spears para ahondar en el estado mental actual de la princesa del pop. Ella confirmó en declaraciones al periódico Mail on Sunday que tanto Preston como Jayden se niegan a reunirse con su madre porque han visto cómo le entregan drogas en su casa. Según explica, Preston dijo: “Lo único que queremos es que nos escuche”. Y Kevin, su exesposo, confesó que está preocupado de que la mujer esté consumiendo metanfetaminas.
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Otro temor es que personas cercanas a ella estén encubriéndola. “Es aterrador. Es la madre de mis hijos. Cada vez que suena el teléfono, temo que haya noticias devastadoras. No quiero que los niños se despierten una mañana y descubran que su madre ha tenido una sobredosis”, expresó el hombre.
La princesa del pop no se quedó callada después de estas declaraciones y publicó un largo mensaje en su Instagram.