La apuesta que lleva Yanquis de Nueva York por conquistar este año la Serie Mundial de béisbol va rodando. A principios de la atípica temporada regular, marcada por el efecto covid, el equipo de la Gran Manzana emergía, al lado de los Dodgers, como los máximos candidatos a coronarse este año. Y ahí van descontando rivales y con las mismas opciones.
Así lo certificaban las casas de apuestas del béisbol organizado, según Al Bat, que coincidían en que la incorporación de varios jugadores de alto rango por parte de estos dos elencos, además de Astros de Houston, como tercer aspirante, los ubicaba como favoritos a llegar a la última fase del campeonato, así como la consolidación de otros peloteros que habían demostrado condiciones en 2019.
Uno de ellos es el colombiano Giovanny Urshela. “Es un jugador diferente, recursivo, excelente en defensa, en la que demuestra reflejos y un brazo increíble”, apunta Alberto Agámez, conocedor de este deporte y analista en diferentes medios de la Costa Atlántica colombiana.
En esos Yanquis del año anterior, la llegada de Urshela, a mediados de campaña, subido de sucursales menores de esta franquicia tras la lesión del titular de tercera base, el dominicano Miguel Andújar, le cayó muy bien, pues el cartagenero hizo todo lo posible para quedarse con el puesto, a pesar de que no era, en ese momento, un jugador de mucho renombre y estadística.
Sin embargo, con trabajo y condiciones ha sabido mantenerse como tercera base del equipo. “Tengo talento, Dios le da algo a cada uno. El resto es trabajar con empeño y proyectarse con objetivos”, reconoció el jugador de 28 años en entrevista reciente para el portal de la MLB (Mayor League Baseball).
Pues bien, su gran desempeño en la serie de comodines (primera fase después de la temporada regular), se refleja en la estadística. Además de soberbias jugadas en defensa que, literalmente, han dejado con la boca abierta a los exigentes cronistas estadounidenses que cubren el béisbol, continúa marcando diferencia a la ofensiva como en esa ocasión en que pegó un grand slam (jonrón con bases llenas) para que los Yanquis salieran de un atolladero y rescataran un juego que perdían con Indios de Cleveland y que ahora tiene a la escuadra yanqui en la lucha por el banderín divisional de la Liga Americana.
Justamente esa actuación y el consolidado numérico de dicha fase, tras eliminar a Indios por blanqueada 2-0, le permitió a Urshela ser declarado MVP (Most Valuable Player o Jugador Más Valioso, por su traducción del inglés).
Este premio que cada año se le da al jugador más sobresaliente en cada liga de las Grandes Ligas por la Asociación de los Escritores de Béisbol de América, es el primero de su carrera y lo estrenó anoche en el primer duelo frente a los Rayados de Tampa Bay, en el inicio de la serie divisional de la Americana (a un máximo de 7 encuentros).
Urshela va camino a escribir una historia grande como lo hicieron Édgar Rentería y Orlando Cabrera, los dos peloteros más importantes que ha tenido el país en la Gran Carpa. “El aporte que nos viene dando Urshela es indiscutible, ha consolidado un gran año, es sin duda uno de nuestros mejores valores esta temporada”, apuntó Aaron Boone, manager del elenco del Bronx, en charla con el portal de esta franquicia.