La emoción lo desbordó. Se sentía como un guerrero que había logrado salir intacto de un bosque lleno de lobos. Sabía que el triunfo que consiguió en la octava etapa del Tour de Francia confirmaba que ya no es la promesa del ciclismo africano, sino una realidad histórica.
Por eso, pocos metros después de que cruzó la meta en el Colombey les Deux Eglises, lugar natal del mítico general francés Charles de Gaulle –comandante de la resistencia francesa contra la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial–, el velocista Biniam Girmay (Asmara, Eritrea, 24 años), se bajó de su bicicleta y la levantó batiéndola al aire, como un futbolista cuando gana algún trofeo.
Girmay, único ciclista del África negra que ha ganado etapas en la ronda gala, venció en los últimos metros de la escalada al sprint que cerraron la fracción del sábado a velocistas curtidos en las grandes del ciclismo como Jasper Philipsen (segundo) y Pascal Ackerman (cuarto). Otra joven figura, Arnaud de Lie, cruzó la meta en la tercera casilla de la octava etapa.
El eritreo del equipo belga Intermarché-Wanty, necesitó 4 horas, 4 minutos y 50 segundos para terminar los 183, 4 kilómetros que tuvo el recorrido. De esa manera, consiguió su segunda victoria en esta edición de la “Grande Boucle”. También se impuso en la tercera fracción, que se corrió el pasado primero de julio. Ese día venció en un apretado embalaje al ciclista antioqueño Fernando Gaviria.
“Ganar una etapa es algo increíble. Conseguir dos, con la camiseta de la regularidad, es muy especial. Tenía mucha confianza. Cuando ya has ganado una vez piensas que puedes volver a hacerlo. Esta es la carrera ciclista más dura del mundo, por eso creo que mi primera victoria me liberó, me quitó mucho estrés, me dejó sin presión. Después de eso me dije que estoy preparado para seguir triunfando”, comentó el ciclista en declaraciones posteriores al final de la fracción.
La bici lo llevaba a todas partes
Biniam Girmay es alto y delgado. Mide 1,84 metros de estatura y pesa 70 kilos. Desde el punto de vista fisiológico tiene todas las condiciones para se un gran velocista. De hecho, su explosividad desdibuja el mito que había sobre los pedalistas afro: se decía que sus capacidades físicas no se ajustaban al ciclismo, sino a otras prácticas como el atletismo.
Pero a “Bini”, como le dicen los compañeros del pelotón de ciclismo internacional, la vida lo obligó a montar en bicicleta. Ese es uno de los medios de transporte más usados en Asmara, capital de Eritrea, su ciudad natal.
Las condiciones de vida en esa urbe, ubicada a más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, llevan a que utilizar el transporte público sea complejo. Por eso, desde pequeño Girmay se desplazó desde su casa a la escuela en bicicleta. También solía salir a pasear con sus amigos durante las tardes en la bici.
Se enamoró del ciclismo y contó con suerte: por el tiempo en que estaba terminando la infancia y empezando la adolescencia la Unión Ciclista Internacional creó unos centros de alto rendimiento en territorio africano. “Bini” Empezó a entrenar en ellos.
Se destacó mucho. Eso llamó la atención de los entrenadores en Europa. Le ofrecieron la oportunidad de irse a vivir a la ciudad suiza de Aigle, donde la UCI tiene su centro de operaciones principal.
Su familia lo respaldó. Se fue para Suiza gracias al apoyo de un programa de Solidaridad Olímpica que le ofrecía las condiciones de vida para garantizar un buen futuro. En ese lugar coincidió con el velocista belga Remco Evenepoel, hoy campeón mundial de la contrarreloj, quien también nació en el 2000. El chico africano al que la bici lo llevaba a todas partes, demostró su potencial: le ganó más de una vez a Remco.
Palmarés histórico
Durante 2019 Girmay dio el salto de calidad hacia el ciclismo profesional. Ese año se ganó el rótulo de promesa del pedalismo africano, después de que se quedó con una etapa en la Tropicale Amissa Bongo, que se corrió en Gabón y en el Tour de Ruanda.
Le bastaron un par de años para ser el primer africano el ganar una medalla de plata en el campeonato mundial de ruta sub-23. Lo consiguió en 2021. Durante ese año firmó contrato con el Intermachiné, su equipo actual. En 2022 ganó la décima etapa del Giro de Italia. Fue el primer africano negro en lograrlo.
En 2023 se impuso en una fracción de la Vuelta a la Comunidad Valenciana y otra en la ronda a Suiza. Este año lleva 2 victorias en el Tour de Francia y el domingo podría sumar la tercera. La novena etapa, que tendrá un recorrido de 199 kilómetros con salida y llegada a Troyes, tendrá final para velocistas.
