La estadounidense que quedó con el oro en el All -Around superando a la brasileña Rebeca Andrade y a su compañera Sunisa Lee.
Brillante, serena y poderosa, la estadounidense Simone Biles recuperó el trono de la gimnasia que había perdido en Tokio al conquistar el oro del concurso general, con el que suma un total de seis títulos olímpicos y aumenta la leyenda de una deportista espectacular.
Escoltándola en el podio tras una final vibrante, la brasileña Rebeca Andrade revalidó la plata conseguida hace tres años, mientras que la estadounidense Sunisa Lee, vencedora de la prueba en Tokio, fue tercera.
De regreso a la élite tras desentrañar el bloqueo mental que la atenazó en Tokio, nadie en París quiere perderse cada vez que la gimnasta más condecorada de la historia sale a competir.
Zidane y Kendall Jenner en las gradas
En las gradas, Zinedine Zidane o la modelo Kendall Jenner observaban atentos y algunos miembros del equipo estadounidense de básquet, como Stephen Curry o Kevin Durant, grababan con sus celulares los ejercicios de una competición que hizo disfrutar a un repleto Arena Bercy.
Y, arropada una vez más por el público, Biles no tardó en demostrar que, a los 27 años, sigue estando a otro nivel.
Justo después de que Andrade presentara su candidatura con un notable salto en la primera rotación, la estadounidense respondió con su impresionante Biles II, el doble Yurchenko carpado que lleva su nombre, y que le valió un inalcanzable 15,766.
Pero la brasileña no se dejó impresionar y continuó con un solvente ejercicio en las barras asimétricas, que Biles -más dubitativa en su aparato menos predilecto- no consiguió igualar. Enfundada en un destelleante maillot amarillo, Andrade escalaba al primer puesto tras la segunda rotación, por delante de la argelina Kaylia Nemour y de Biles. Había partido.
La hinchada verdeamarilla alzaba los decibelios de sus gritos de “¡Brasil”, mientras las favoritas enfilaban la barra de equilibrio.
Leyenda
Con la final más abierta que nunca, Biles brincó entonces hasta esta viga de 10 centímetros de ancho, de donde aterrizó precisa y satisfecha, lanzando un aplauso al aire.
La presión era ahora para las demás, y ninguna consiguió igualarla. Última en pasar por la viga, Andrade estuvo algo menos contundente y Biles encaró la última rotación, el suelo, de nuevo en cabeza y con el oro dependiendo de ella.
Para entonces todo el mundo en el Arena Bercy sabía que estaba ante algo histórico. Y la estadounidense no tardó en darles la razón al volar sobre el suelo para cerrar la competición con el Arena Bercy en pie, jugadores de la NBA incluidos, ante la reina.
“Hace tres años nunca pensé que volvería a poner un pie en una pista de gimnasia, por todo lo que pasó”, recordó tras su victoria. “Pero con la ayuda de Cécile y Laurent [sus entrenadores] regresé al gimnasio y trabajé muy duro mental y físicamente”, agregó.
Ganadora de 23 títulos mundiales, este oro la convierte en la tercera gimnasta con dos títulos en esta prueba, y la primera en hacerlo en dos ediciones no consecutivas.
Biles también supera ya en títulos olímpicos a la leyenda rumana Nadia Comaneci, que conquistó cinco, y queda solo por detrás de la soviética Larisa Latynina, con nueve, y la checoslovaca Vera Caslavska, con siete, dentro de la gimnasia.
Su cuenta, además, podría aumentar si logra medalla en las finales de salto, viga de equilibrio o suelo.
Guerrera Andrade
También fue una tarde memorable para Andrade, a quien Biles considera su mayor amenaza, y que logró retener la plata que en Tokio la había convertido en la primera gimnasta de su país en subir a un podio olímpico.
La paulista, que el martes lideró a Brasil en la conquista de un bronce inédito por equipos para su país, sumó así su cuarta medalla en unos Juegos y afianza su nombre en la élite de la gimnasia femenina mundial, al lado de la poderosa Biles.
“No me canso nunca de competir contra ella, porque Simone es la mejor y hace que saque lo mejor de mí”, declaró.
“Espero que sea recíproco. Yo estoy muy contenta de que ella esté aquí. Sé lo que sufrió en Tokio”, agregó.
El palmarés de Andrade todavía podría aumentar en París, ya que también participará en tres finales por aparatos entre el 3 y el 5 de agosto.
Las mismas que Biles, que volverá a competir por la historia.
