El 2024 será recordado por los amantes del fútbol como uno de los años en los que Dimayor y las alcaldías de ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla y Bogotá, han tomado medidas por disturbios en los estadios y luego las han reducido o eliminado, algo que ha dejado consecuencias graves del orden público.
El caso más reciente se presentó en Cali. Allí, las autoridades decidieron aplazar la sanción que le habían impuesto a la barra Barón Rojo por su mal comportamiento en el duelo del cierre de los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay ante el Junior de Barranquilla.
La decisión tenía una intención loable, pero lastimosamente, los integrantes de la barra brava no cumplieron con lo prometido y el partido entre América y Atlético Nacional se vio interrumpido por los disturbios y actos vandálicos que arrancaron en la tribuna sur del Pascual Guerrero.
Este lunes, tras ser consultado por esa determinación, el alcalde de Cali, Alejandro Eder sostuvo que se habían dado reuniones previas en las que la barra se había comprometido en tener un buen comportamiento para la despedida de Adrián Ramos, pero esos acuerdos no se cumplieron.
“Ahora vamos a tomar medidas ejemplarizantes, confiamos y creíamos en los compromisos adquiridos, pero no se cumplieron, por eso vamos a tomar algunas acciones que al momento de definirlas se darán a conocer a la comunidad”, concluyó Eder.
En Medellín en el presente semestre se han registrado dos casos en los que se ha sancionado y luego se ha buscado la reducción de las medidas, tanto en lo determinado por la Dimayor como en lo previsto por la Alcaldía.
Las dos acciones han tenido como protagonista a Atlético Nacional, tanto por disturbios como los presentados ante Junior, el pasado 26 de septiembre, como por las celebraciones de Edwin Cardona y el técnico Efraín Juárez en el clásico ante el DIM.
A pesar de las sanciones, tanto Dimayor como la Alcaldía decidieron reducir las fechas de sanción bajo el compromiso de los protagonistas de tener un buen comportamiento en duelos disputados en el Atanasio Girardot.
Con relación al juego ante Junior, que no se pudo terminar por la pelea protagonizada por hinchas del cuadro Tiburón y de Atlético Nacional, ambos clubes recibieron sanción de la plaza.
En el caso de los barranquilleros, la Dimayor determinó seis fechas de sanción para las tribunas Norte y Occidental alta y baja; pero luego esa sanción reducida a la mitad, y una advertencia que estarán analizando el comportamiento de los aficionados en los siguientes meses.
Igual pasó con Nacional que había sido sancionado por seis fechas y al final la determinación se dio solo en tres, por lo que el clásico ante DIM se jugó con público en el estadio de los paisas.
Pero estas medidas se tendrán que cumplir con más dureza, además, porque hay una preocupación generalizada, ya que a futuro se tiene contemplada una reducción de la fuerza pública en los eventos privados como los partidos de fútbol.
Esto, según comunicó el Ministerio del Interior, se debe al cumplimiento de la Sentencia C-128 de 2018 de la Corte Constitucional, la cual “establece la optimización de los recursos en eventos masivos y asigna a los organizadores de espectáculos privados la responsabilidad de garantizar la seguridad al interior de dichos eventos”.
En el comunicado enfatizan que, “la medida fue presentada y discutida ampliamente en la Comisión Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol, llevada a cabo el 4 de abril de 2024, con la participación de la Policía Nacional, Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol. Además, entre octubre y diciembre de 2024, se realizaron cinco Comisiones Técnicas de Seguridad en las que participaron representantes de los clubes profesionales y otros actores del sector”.
Según se conoció, en esas medidas se estableció la reducción periódica de la presencia de oficiales de la Policía en los eventos deportivos (partidos de fútbol), de la siguiente forma, en 2024 la reducción será del 45%.
Para 2025 será del 60%; mientras que para el 2026 será del 70% y finalmente en 2027 será del 80%, por lo que los clubes que tienen que planificar un sistema privado de seguridad que tienen que empezar a implementar como responsables del espectáculo.
