A un paso de iniciar su andar en el tenis olímpico, que inicia el 27 en Roland Garros, Rafael Nadal puso paños fríos a la euforia desatada por su participación en dobles en París-2024 con el vigente campeón de Roland Garros y Wimbledon, Carlos Alcaraz, sin disimular las buenas sensaciones que vive al disputar sus “últimos” Juegos.
“Entiendo el morbo, la ilusión de vernos jugar juntos, no pensemos que eso se traduce a éxito, creo que es un error. Al final Carlos no ha jugado muchos dobles y yo no he jugado mucho ni en dobles, ni muchos individuales”, dijo Nadal en rueda de prensa junto al equipo olímpico de tenis de España.
Ganador de 22 Grand Slam, incluidos 14 Roland Garros, Nadal admite que jugar en tierra batida es un punto a favor de la dupla y de la participación de ambos en individuales, en una cancha en la que este año Alcaraz conquistó el título.
El momento de Alcaraz
“Confiamos en el gran momento que tiene Carlos”, aseguró el jugador de Manacor. “Nos vamos a esforzar al máximo para intentar al menos irnos con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible”, en la pelea por medallas para el equipo español.
A su lado, un sonriente Alcaraz aseguró que vive “un sueño” al poder disputar en su debut olímpico el doble con Nadal.
Considerado el sucesor de Nadal, al sumar 4 Grand Slam con sólo 21 años, Alcaraz también se mostró cauto y advirtió que la estelar dupla no es sinónimo de medalla.
“Lo que puedo decir es que vamos a dar todo lo mejor de nosotros (...) con muchísima ilusión, ojalá podamos disfrutar y podamos hacer un buen juego”, aseguró el tenista de Murcia que llega a París tras conquistar Wimbledon en final ante Novak Djokovic, también presente en el tenis de París.
En la cita parisina Nadal irá en busca de más preseas para sumar a la medalla de oro conquistada en individuales en Pekín-2008 y la de dobles en Río-2016, en un torneo olímpico que vuelve a la tierra batida por primera vez desde Barcelona-1992.