Trabajan con la precisión de un reloj suizo, cada movimiento tiene la sincronia perfecta, que unida a la fuerza con la que realizan la rutina, los llevó a colgarse el oro, con una calificación unánime de los cinco jueces, desatando la euforia de la delegación verde y blanca que los acompañó desde las tribunas en el coliseo de combate.
Puntaje perfecto en su primera participación de Juegos Nacionales, recompensa para Samuel Giraldo, Alejandro Ramírez y Danny Díaz, quienes debutaron por lo alto, ratificando que son los mejores del país en la modalidad de katas.
Así lo exalta el entrenador Gonzalo Berrío Calle. “Estos tres chicos encarnan en sus vidas todo lo que es la filosofía del karate: respeto, compromiso, orden, disciplina. Están comprometidos al cien por ciento con su deporte y por eso se están destacando”.
Palabras que ratifica Lina Marcela Gómez, la experimentada deportista que se quedó sin voz de tanto alentarlos. “Los tres son educados, respetuosos, responsables y llevan una carrera deportiva muy bonita, han crecido y se complementan bien, alcanzando un nivel muy alto, por eso tanto en la técnica como en la parte física son tan fuertes”.
Importados de Marinilla
Danny y Alejandro, de 22 y 20 años, respectivamente, tienen en común no solo el amor por el karate sino el lugar de nacimiento, ambos son de Marinilla, y gracias al nivel que mostraron desde sus inicios fueron llevados por la Liga a la Villa Deportiva.
Allí se encontraron con Samuel, el joven nacido en Envigado y quien completa el trío de katas, disciplina en la que Antioquia dominó en la categoría masculina en Juegos, al sumar dos oros (individual, con David Contreras y en equipo).
“Nosotros nos sentimos muy honrados de ser de Marinilla y ver que tanto padres de familia como muchos chicos nos ven como ejemplo, nos preguntan por todo lo que hemos logrado. Y saber que somos esa motivación para ellos que quieren hacer lo mismo es algo maravilloso”, dice Danny, quien cursa el octavo semestre de Profesional en Deporte en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid.
Alejandro, quien avanza en su séptimo semestre de Ingenieria Civil en la Universidad de Medellín, agradece las oportunidades que el deporte le brinda,pues además de poder estudiar, ha visitado varios países en competencias como Juegos Panamericanos, en Perú y Mundial juvenil, en Chile, entre otras.
“La felicidad que siento al pisar el tatami es indescriptible, y aunque en la final estábamos concentrados totalmente es imposible no escuchar las voces de aliento desde la tribuna y que nos generan más ganas de darlo todo”.
Al finalizar la prueba se abrazaron, fue un apretón fuerte, mientras el sudor seguía cayendo por sus rostro. Así, unidos como hermanos, giraron hacia el costado sur del coliseo, donde una tribuna tupida de verde los felicitaba, no solo por el triunfo sino por la entrega y responsabilidad con la que han asumido el reto de ser deportistas de alto rendimiento.
Saben que son el orgullo de sus familias, sus entrenadores, compañeros y de los niños de sus municipios, Marinilla y Envigado, que los ven con un ejemplo, como un modelo a seguir, por eso no bajan la guardia, después de darle un impulso a Antioquia en su búsqueda del título general en Nacionales, ahora deben plantearse objetivos más grandes.
Con cabeza en alto y el pulso alterado por la emoción, este tridente, que aprendió a moverse en sincronía perfecta, salieron del coliseo convencidos de ir por buen camino .