Determinación, esa es la palabra que mejor describe a Isabella Rivera Ortiz, la tenista antioqueña de 16 años, quien adelanta su preparación bajo las órdenes de Pablo González (excapitán de Copa Davis), con la intención de aumentar su nivel y seguir en la ruta hacia lo más selecto del tenis mundial.
Isabella, quien aparece en el ranquin nacional sub-18 como la tercera mejor raqueta del país, quiere aprovechar estos dos años, que aún tiene en esta categoría, para afianzar su juego, fortalecer su saque y perfeccionar su golpe de derecha con el objetivo de seguir escalando posiciones. Su meta, ser tenista profesional y jugar los Grand Slam.
Por eso, y a pesar de no poder contar con su habitual entrenador, José David Rodríguez, quien tuvo un accidente, la tenista decidió entrenar y participar en los torneos J5 de Medellín y Armenia, donde pudo tener contacto con Pablo González, quien aceptó ser su nuevo formador.
La joven raqueta, que acaba de terminar el primer mes de concentración en Pereira bajo la supervisión de González, estará una semana en casa recargando baterías para regresar al Eje Cafetero, pues su mente está puesta en llegar, en el mejor nivel posible a los torneos que disputará el próximo mes en Centroamérica.
“Aunque dependemos mucho de la evolución que tenga la pandemia para la realización de los torneos, estoy concentrada en la preparación para las competencias de El Salvador y República Dominicana, en marzo, ojalá se puedan disputar, porque quiero ver mis avances en competencia, ya que siento que al lado de Pablo, estoy mejorando mucho”, dijo la deportista.
Isabella, quien este año termina el colegio y se ha visualizado en Estados Unidos, estudiando becada, arrancó su proceso deportivo explorando en disciplinas como natación, patinaje y tenis. Desde los 5 años, estuvo en los tres deportes hasta los 9 cuando se decidió por la raqueta.
“La sensación del golpe con la raqueta, la exigencia y terminar con los tenis llenos de polvo de ladrillo, la cancha en la que mejor me siento, me hicieron decidirme por este deporte y desde entonces estoy dedicada porque quiero ser profesional, jugar con las mejores, así como lo logró mi ídolo, María Sharapova, a quien admiro por su manera de moverse en la cancha y el poder ofensivo de su juego”.
Desde ya, esta antioqueña se visualiza disputando el Roland Garros, el Grand Slam que más le gusta, pues la cancha en polvo de ladrillo es en la que mejor se siente.
En sus recuerdos tiene viva la sensación que sintió en Quebec, en el 2015 cuando disputó su primer Mundial, una experiencia que la hizo sentir entre las mejores, al estar junto a tenistas de todo el mundo, algo que quiere volver a repetir.
Por ahora, Isabella continuará con sus viajes a Pereira para entrenar dos jornadas diarias en la cancha y una más de preparación física, pues la idea es estar con buen nivel para que tan pronto se de vía libre a las competencias empezar a sumar puntos para ascender en el ranquin