Aunque el sueño de todo competidor es cruzar la meta siendo el primero, Mauricio Salazar Sierra y Mauricio Salazar Velásquez, aspiran a terminar la carrera.
Muchos dirán que ese objetivo es un consuelo, pero si se trata de completar el Rally Dakar ese es un gran reto.
La dupla manizaleña, el único equipo colombiano en la categoría de autos, participará por tercera vez en la carrera a campo traviesa más exigente del mundo con la idea de finalizarla tras su retiro, el año pasado, en la penúltima etapa, por un accidente.
“Íbamos en el puesto 40 y nos tocó abandonar la competencia. Nuestro objetivo este año es terminar en la mejor ubicación posible”, comentó Salazar Sierra, navegante, quien hace las veces de guía.
Para esta nueva aventura, en la que también esperan superar la posición 62 de 110, en la que terminaron en su primera participación en 2016, el equipo MS2 Racing estrenará carro para luchar en las arenas peruanas.
Los colombianos estarán a bordo de un Volkswagen Amarok V6 3000, una camioneta de mayor potencia, con 240 caballos de fuerza, con la que tienen la idea de bajar tiempos, pues en los años anteriores corrieron con vehículos con 100 caballos menos.
“Para el Dakar se entrena durante todo el año en tres escenarios, el físico, con rutinas diarias; el de campo, con competencias en desierto, y la psicológica, porque es una prueba de resistencia y de mucha paciencia”, explicó el navegante.
Para adaptarse al nuevo vehículo, los colombianos cambiaron la estrategia y se prepararon por separado de acuerdo con los roles que desempeñan. Hace algunos días realizaron pruebas en el desierto para cerrar su proceso de preparación.
Los manizaleños están seguros de que la experiencia será el trampolín para dejar el nombre de Colombia en alto en esta agreste competencia.