Quizás el sentimiento más genuino de fervor que han tenido los aficionados colombianos con algún equipo de Grandes Ligas corresponde a los Marlins de Miami, una de las novenas más jóvenes de la Liga Nacional, como que apenas cuenta con 26 años de historia (desde 1993) y que se recuerda, con beneplácito, por haberle abierto las puertas de la consagración al más representativo de los peloteros del país: Édgar Rentería.
Justamente el beisbolista barranquillero, retirado de la actividad en 2011, brilló con esa organización a la que, con sus batazos la condujo a conseguir un inesperado título de Serie Mundial en 1997 derrotando 4-3, en el duelo a siete partidos, a los Indios de Cleveland. Rentería, en esa ocasión, fue el jugador más valioso no solo porque conectó el hit de oro en el último choque sino por su lujoso registro de temporada (171 hits, 90 carreras, 52 impulsadas, 617 turnos en 154 juegos y promedio de .277).
El poder de Alfaro
Pero el tiempo pasa y otras pueden ser las sensaciones de los aficionados a la pelota caliente hoy con los Marlins. Habría que decir antes que, entre otras cosas, en aquella ocasión, hasta en Medellín se vendieron banderolines, camisetas y gorras de la novena que se dio a conocer con el pez de larga espada y aleta sobresaliente en forma de abanico. En Cartagena y Barranquilla eso fue una locura.
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Pues bien, los Marlins de hoy mantienen la política de contratar no solo peloteros consolidados sino prospectos de Colombia para hacer campaña en Grandes Ligas y mantener viva una afición (muy latina, por cierto).
El colombiano Jorge Alfaro es sinónimo de ello. Traspasado de los Filis de Filadelfia esta temporada, el receptor sincelejano, apodado el “Oso”, viene consolidando su juego a la ofensiva con una producción que, para este equipo que marcha último en la división Este de la Liga Nacional, con 47 triunfos y 82 derrotas, es bien interesante.
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Por lo pronto y aunque no clasificará a la postemporada, Alfaro hace carrera en los Marlins con sus disparos de cuatro bases (jonrones). El fin de semana sumó el duodécimo de su cuenta, ubicándose a 6 de Giovanny Urshela (Yanquis de Nueva York, líder de la división Este de la Liga Americana) que frenó su producción de cuadrangulares en la última semana.
En las 4 temporadas que suma en la Gran Carpa, Alfaro, quien debutó en 2016, tiene 27 vuelacercas. Urshela, por ejemplo, en ese mismo comparativo (debutando en 2015, pero sin actuar en 2016) y en igual número de campañas acumula 26. “Viene siendo una temporada en que me he sentido bien y se ha trabajado para ser más efectivo con el bate”, reconoció Alfaro, de 26 años, en el portal de su divisa.
El “Oso” pegó 5 en 2017, 10 en 2018 y los 12 que lleva este 2019. En su primera campaña en la Gran Carpa no conectó ninguno.
Igual, Marlins viene utilizando su imagen para alentar a jóvenes aficionados a hacerse seguidores del club. “Me encarta estar con los chicos que llegan al estadio a tomarse una foto o a pedir un autógrafo. Siento que hacemos un trabajo por el nombre de los Marlins”, resalta Alfaro quien, por lo pronto es el máximo jonronero de los colombianos que están activos en el béisbol organizado.