La acelerada, aunque corta temporada que montó la MLB (Mayor League Baseball, por su sigla en inglés), el efecto covid-19, la llegada de los peloteros sin ritmo de competencia algo ha tenido que ver porque no es normal que la mayor parte de los colombianos estén lesionados o hayan presentado problemas físicos cuando se ha consumido el 70% de la campaña regular que, este año, consta de apenas 60 juegos por novena.
Por ejemplo, este fin de semana fue reportado el pitcher de los Cachorros, José Quintana, con dolores de espalda y será baja mínimo 15 días.
Antes, el estelar yanqui Giovanny Urshela había quedado en lista de jugadores apartados por diez días al aparecerle un espolón en el codo derecho, malestar que se recrudece, pues ya lo había sacado de circulación varios juegos, en el último mes.
Y para colmo, cuando Harold Ramírez, afectado por covid-19, apenas regresaba a la formación titular de los Marlins, un infortunado traspiés lo deja fuera de combate por el resto del año, justo la noche en que tenía gran actuación (el domingo), en la victoria de Miami 7-3 sobre Rays de Tampa.
“Es normal que en una temporada tan apresurada como esta, en la que hubo poco espacio para las prácticas o algunos jugadores llegaron apenas saliendo de problemas de salud, se presenten estas situaciones”, apunta Vania Ravelo, especialista en las Mayores, al advertir que “los jugadores contaron con solo tres semanas para lograr la puesta a punto de cara a un calendario de 60 juegos y el exigente ritmo de los entrenamientos diarios, por lo que los juegos comienzan a cobrar factura”.
Igual, otros colombianos no están en forma, y el caso más llamativo es el de Óscar Mercado, mejor novato de los Indios en 2019, quien hasta ha perdido la titularidad regular, así como el otro lanzador criollo, Julio Teherán.
De esto parece salvarse Donovan Solano, utility de los Gigantes, quien continúa siendo el más destacado de los colombianos este año como lo demuestra su estadística y corroborada, en altisimo nivel, el fin de semana siendo vital en la victoria de la novena de San Francisco 4-2 sobre los Diamondbacks de Arizona, en el que conectó un jonrón de dos carreras para aumentar a tres sus batazos de cuatro esquinas.
“Agradecido con Dios por tantas bendiciones recibidas. He tenido una temporada buena”, recordó ayer en diálogo con Emisora ABC de Barranquilla, su ciudad natal. “Fue perfecto todo lo que Dios me hizo vivir. Yo solo clamaba por una nueva oportunidad en Grandes Ligas”, apuntó al hablar de ese segundo aire que ha tomado después de desaparecer de las Grandes Ligas entre 2016 y 2018. Hoy continúa en el top-5 de mejores bateadores sumadas las dos ligas (Americana y Nacional), con promedio de .344 siendo el cuarto jugador de la temporada .