O.J. Simpson, del olimpo del deporte al banquillo de acusados: la historia del “juicio del siglo” por el asesinato de su exesposa
En 1994, su exesposa y madre de dos de sus hijos, Nicole Brown Simpson, fue hallada muerta con un hombre que era su amante. El principal sospechoso del doble homicidio era el exjugador de fútbol americano.
Aunque alcanzó la fama como running back de los Buffalo Bills en la NFL, la “popularidad” de Orenthal James Simpson u O.J. Simpson, se hizo mundial al ser señalado de un doble homicidio en 1994 en Los Ángeles, Estados Unidos.
El exjugador de fútbol americano falleció el miércoles 10 de abril a los 76 años “rodeado de sus hijos y nietos” tras luchar contra un cáncer de próstata, indicó su familia en un mensaje en X (antes Twitter).
Tras brillar en su carrera colegial con los Southern California Trojans, con los que llegó a ganar el Trofeo Heisman, que reconoce al mejor jugador de fútbol americano universitario de Estados Unidos, O.J. firmó con los Buffalo Bills, con los que acumuló un sinnúmero de reconocimientos tanto individuales como por equipo.
Fue el primer jugador en sumar más de 2.000 yardas (2.003) en una sola temporada (1973), lo que le valió para ser elegido como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional de Fútbol Americano de ese año. Además, ya retirado en 1985, entró al Salón de la Fama de la NFL.
Pero, tras su retiro del deporte en 1979, su vida se rodeó de polémicas y escándalos que lo hicieron bajar del olimpo deportivo al banquillo de los acusados cuando fue señalado de asesinar a su exesposa Nicole Brown Simpson y a un amigo, Ron Goldman.
El matrimonio entre Simpson –el segundo del exjugador– y Brown comenzó en 1985 y duró siete años, en los que fue investigado por la Policía por violencia doméstica. Finalmente, en 1992, su esposa y madre de dos de sus hijos, decidió solicitar el divorcio.
El 13 de junio de 1994, Brown apareció muerta en un apartamento de Los Ángeles junto a Goldman, quien era su amante. De inmediato, y por los antecedentes de violencia doméstica, O.J. fue el principal sospechoso del doble crimen.
La Policía encontróen el lugar del crimen un guante blanco ensangrentado y un gorro de lana. Luego, en su visita a la casa de Simpson, que estaba en Chicago, se encontró otro guante blanco ensangrentado (la pareja del primero) y manchas de sangre en un carro.
Mediática persecución
Cinco días después del crimen y luego de que la Policía presentara cargos contra el exjugador, las calles de Los Ángeles fueron, como muchas veces, el escenario de la persecución “de película” contra O.J. Simpson que, como una cinta taquillera, fue seguida en vivo por televisión por más de 95 millones de espectadores.
Y es que tres canales de televisión de Estados Unidos transmitieron en directo la persecución que más de diez patrullas de policía le hacían a una camioneta Ford blanca en la autopista interestatal 405, pero lo más curioso de la escena es que la persecución era a baja velocidad.
La camioneta era conducida por Al Cowlings, un amigo de Simpson, que le grito a las patrullas que se aproximaron al vehículo que el exjugador estaba en la silla de atrás y se apuntaba con una pistola amenazando con suicidarse para evitar el arresto.
Las patrullas se alejaron y la persecución continuó a baja velocidad por más de una hora. La insólita escena policiaca terminó en la mansión de Simpson, quien finalmente se entregó.
El “juicio del siglo”
Un año después, en enero de 1995, O.J. Simpson se sentó en el banquillo de los acusados en el “juicio del siglo” que, al igual que su persecución, fue seguido en vivo por millones de espectadores en Estados Unidos y el mundo y que suscito un fuerte debate sobre raza, género y violencia doméstica.
La defensa de Simpson argumentó que las evidencias presentadas por la Fiscalía habían sido manipuladas, por lo que comenzaron a sembrar dudas sobre la culpabilidad del exjugador.
Los abogados le señalaron al jurado que las pruebas de ADN habían sido manipuladas y que no correspondían a su defendido. Su equipo alegó que la sangre recogida del lugar del crimen había sido recolectada de forma incorrecta por los científicos.
Pero además, otro de los momentos icónicos del mediático juicio fue cuando le pidieron a Simpson ponerse los guantes que habían hallado tanto en el lugar del crimen como en su casa, para comprobar si coincidían con sus manos. La imagen, que le dio la vuelta al mundo, muestra al exjugador con los guantes puestos donde se nota que le quedan grandes.
En octubre de ese año, el jurado encontró a O.J. Simpson no culpable de los cargos de asesinato en primer grado de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman.
Pero, a pese a haber sido absuelto en el juicio penal, dos años después, Simpson fue declarado responsable del doble homicidio en un juicio civil y fue condenado a pagar una indemnización de 33 millones de dólares a las familias de las víctimas.