Acorralados al borde de la eliminación, los Dallas Mavericks firmaron el viernes en la noche una de las mayores palizas de la historia de las Finales de la NBA al vencer 122-84 a los Boston Celtics y acercarse 3-1 en el global.
Luka Doncic se echó a los Mavericks a la espalda con una exhibición de 29 puntos en 33 minutos y se permitió descansar todo el último cuarto en el American Airlines Center de Dallas.
Lea aquí: Luka Doncic, “el niño maravilla de Eslovenia” que ya conquista en la NBA
Los Celtics, que llevaban 10 partidos invictos, firmaron su peor actuación ofensiva de la temporada pero aún disponen de una ventaja que ningún equipo ha desperdiciado en la historia.