El orgullo que representa Gabriela Giraldo Galeano para toda su familia no se puede explicar con palabras. A sus 10 años, esta pequeña yudoca forja su carácter a través del deporte y es apoyada por sus seres queridos, que llegaron a Medellín desde Cajicá, municipio de Cundinamarca, para verla sobresalir en el Festival de Festivales.
No existe ningún motivo para la menor que le impida vestirse con su uniforme blanco y perseguir su sueño de participar en unos Olímpicos. El yudo, disciplina que hace parte de las artes marciales japonesas, influye en el desarrollo mental, físico y emocional de quienes lo practican, y el comportamiento de Gabriela sobre el tatami (colchoneta sobre la que se practica el deporte) da cuenta de ello.
Verónica Galeano, madre de Gabriela, la describe como “una niña tierna e independiente, que puede hacer sus cosas sola”. Para ella, su más grande amor es su abuelo Guillermo Galeano, apasionado por el ciclismo y que se encuentra acompañando también a su nieta en la edición 14 del Festival. Gabriela hace parte del colegio Gimnasio Campestre Los Cerezos de Cajicá y está cursando cuarto grado.
Aún con nerviosismo, la madre de la niña recuerda el accidente que sufrió la deportista hace aproximadamente tres meses, en el que se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento por un día.
Por la magnitud del golpe, se llegó a pensar que nunca más podría volver a los combates y el sueño de ir a los Olímpicos se derrumbaría. Pero Dios, los médicos, la valentía y las ilusiones de ‘Gaby’ trabajaron en equipo para superar todo pronóstico negativo y permitirle continuar firme en el camino de hacer realidad sus anhelos.
“Gracias a Dios todos los exámenes le salieron buenos. Cuando perdió la memoria dijeron que se le había inflamado algo en el cerebro, pero afortunadamente todo volvió a su estado natural”, manifestó Verónica. Gabriela es una niña con mucha energía. Además del yudo, también practicó ballet, jugó baloncesto y dijo a la vez querer ser profesora cuando sea grande.
Su entrenador Yeison Rodríguez, miembro del Instituto de Deportes de Cajicá, resaltó la parte humana y deportiva de Gabriela. “Ella es una deportista que le gusta tener compañerismo con los demás niños. Es alegre y ha adquirido habilidades técnicas como los lanzamientos y las inmovilizaciones, tiene muchas condiciones”.
Enfatizó en que más allá de ganar un combate, trata de inculcarle valores como la honestidad y el respeto por los contrincantes.
‘Gaby’ inspira ternura, tal y como lo había dicho su progenitora. De ojos claros, pómulos rosados y piel brillante, esta mujercita, criada bajo los valores de la responsabilidad, la unión familiar, la empatía y la disciplina, entrena tres veces a la semana pensando en cumplirle la promesa que le hizo a su mamá de representar a Colombia en el evento multideportivo más grande del mundo. Por lo pronto, en el Festival de Festivales ya evidencia su fuerza física.