Una joven de facciones caribeñas marcó el primer gol de la Selección Colombia en el Mundial femenino sub-17. Para Elle Grace Martínez, mujer de tez morena y cabello crespo, largo, no era ajeno el calor taíno que se sintió en la noche del miércoles en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Desde niña ella ya había sentido un clima parecido cuando visitó la vecina isla de Puerto Rico, de donde es oriunda su madre. Martínez nació en el estado de Florida en Estados Unidos. Allí su padre colombiano logró conquistar a la boricua que, un tiempo después se convertiría en la progenitora de Elle.
En esa zona del sur de la Unión Americana la niña se enamoró del fútbol y empezó a entrenar en varios equipos, hasta que llegó al Tampa Bay Sun. Después, cuando por su talento se empezó a destacar, se decantó por jugar con el seleccionado colombiano.
Lo hizo por amor. Lo mismo sucedió con Isabel Winer y Lena Anne Tusche –las tres futbolistas nacionalizadas que llevó Carlos Paniagua–, quienes nacieron en Estados Unidos pero por sus raíces criollas juegan la Copa del Mundo con el seleccionado Tricolor.
Una falla en el control
Pasaron 25 minutos del partido para que llegara el tanto que abrió el marcador. Las futbolistas de los dos equipos ya habían detenido el juego para hidratarse por los 30 grados de temperatura y 79 % de humedad que se sentía en el estadio Félix Sánchez.
El gol de Elle Martínez, quien en los últimos días confirmó que continuará su carrera deportiva y académica en la Universidad de Duke, en Estados Unidos, llegó después de que rematara cruzado de derecha dentro del área luego de un pase que la dejó bien ubicada ante las defensa coreana.
Las jugadoras criollas celebraron con alegría. El trámite del partido apuntaba a que las subcampeonas del mundo de la categoría se quedarían con la victoria. Fueron el equipo que más veces remató al arco rival (13, contra 9).
Sin embargo, una falla en el control de un balón de Saray González dentro del área colombiana y el posterior intento de recuperarlo, llevó a que la colombiana hiciera una falta sobre una atacante surcoreana. La jueza del partido pitó penalti.
Casey Phair anotó al minuto 36. Después, durante el segundo tiempo, las colombianas hicieron hasta lo imposible por recuperar la ventaja: patearon varias veces al arco rival, presionaron alto, corrieron a pesar de la sensación térmica infernal de la cancha.
Pero no lograron anotar. Sin embargo, sacaron un valioso empate ante un rival complicado, que fue campeón del mundo en la edición que se jugó en 2010. El próximo juego de las criollas será contra Estados Unidos el sábado 19 de octubre a las 6:00 p.m. (hora de nuestro país).
En ese duelo se enfrentarán dos elecciones “necesitadas” de una victoria. Las criollas para sumar puntos que le den tranquilidad y la acerque a la posibilidad de avanzar de ronda. Las norteamericanas, por su parte, para conseguir un triunfo que les ayude a pasar el trago amargo de la derrota 3-1 que sufrieron contra España, que terminó líder del Grupo B. Colombia es segunda, Corea tercera y Estados Unidos última.