Con su actuación en el estadio de fútbol de Sídney, Australia, a 14.325 kilómetros de Bogotá, la Selección Colombia femenina de mayores le brindó este domingo al país el mejor despertar de los últimos años en materia deportiva.
El triunfo 2-1 sobre Alemania en el Mundial Fifa, aparte del brillante desempeño de las jugadoras que se concretó con los goles de la vallecaucana Linda Caicedo (52 minutos) y la antioqueña Manuela Vanegas (90+7), tuvo un dulce sabor a patria, a sentimiento latino, e hizo rememorar grandes gestas de esta disciplina.
A la memoria retornaron el 5-0 de los hombres sobre Argentina en la eliminatoria para Estados Unidos-94 en el estadio Monumental de Buenos Aires, el 1-1 ante la mismísima Alemania en el Mundial de Italia-90 en el Giuseppe Meaza de Milán, el triunfo en la final de la Copa América del 2001 en El Campín de Bogotá y el reciente subtítulo de la Sub-17 femenina en la Copa Mundo de la India 2022.
En esas ocasiones, como este domingo en el anochecer en Sídney, la mancha amarilla fue protagonista y definitiva para llenar de fuerza a las guerreras ante el conjunto germano, favorito y considerado una potencia mundial, han sido dos veces campeonas del mundo y ocho veces campeonas de Europa, no perdían en fase de grupos de un Mundial desde 1995 y jamás habían sido derrotadas por un elenco suramericano. Fue la primera vez y la historia dirá que su verdugo fue Colombia.
Parecía que todos los colombianos que viven en Australia, que según datos de migración son aproximadamente 39.540, se hubiesen ido a Sídney a acompañar a la Tricolor, y hacerla sentir en casa. Ese aliento fue destacado por el asistente técnico Mario Abadía, al señalar que la gente fue el “jugador número 12 que llenó de motivación a las muchachas; sin ellos (los aficionados) no hubiese sido posible todo esto”.
Igual apreciación tuvo Manuela Vanegas, figura del encuentro, en la transmisión del Canal Caracol: “Estoy feliz, esto es impresionante, gracias a la gente que nos alentó durante los 90 minutos. Esto es para Colombia, para mi familia, para todas las personas que han aportado un granito de arena en mi formación”.
Liliana Zapata, dirigente del club Formas Íntimas, exjugadora, exentrenadora y una de las pioneras del fútbol femenino en el país, vivió en directo la hazaña y con su voz aún afectada de tanto gritar, relató la emoción “al ver ese río de personas, tantos y tantos latinos y compatriotas en el metro, por las calles, la llegada al estadio; la verdad, nos sentíamos en Colombia. Cantamos el himno en las tribunas con toda el alma; ganarle a una potencia fue maravilloso, una sensación muy loca”.
Todo fríamente calculado
Desde los actos protocolarios las cafeteras sintieron la energía y el impulso de la afición. Antes del pitazo inicial, la goleadora histórica Catalina Usme fue clara: “Me importa un cu... que sea Alemania, sabemos a qué vinimos y somos guerreras y vamos a dejar todo en la cancha por una victoria”.
Y así fue. En el primer tiempo el duelo fue parejo, Colombia lució concentrada, despejó balones, ejerció presión en todos los sectores de la cancha. En ese período hubo pocas opciones de gol. La principal fue para la goleadora Alexandra Popp, que a los 41 minutos y en solitario, sacó un remate frente al arco de Catalina Pérez, pero el balón se fue lejos.
En la etapa complementaria, las dirigidas por Nelson Abadía (estaba en la tribuna, por sanción), la Tricolor siguió ordenada y buscó por las bandas generar acciones de peligro sobre la portería alemana.
En una de ellas, Vanegas sacó un potente remate que pegó en Jorelyn Carabalí, Linda Caicedo alcanzó a controlar la pelota y, en gran acción individual, dejó en el camino a dos rivales y sacó un derechazo que se fue al fondo del arco.
Las alemanas, sorprendidas, no bajaron los brazos y a los 87 minutos igualaron tras el cobro de un penalti de Catalina Pérez sobre Lena Oberdorf. Popp tomó el balón y convirtió para el 1-1 a los 88 minutos.
Pero Colombia, que es un equipo guerrero y luchador, insistió y tras un tiro de esquina de Leicy Santos, Manuela Vanegas se levantó y, de cabeza, clavó el balón para el 2-1, a los 90+7 minutos para aumentar la euforia en Sídney. Desde ese momento se encendió un carnaval que luego se trasladó a las calles de esa ciudad.
Ahora Colombia, que suma seis puntos y es líder de su grupo (Marruecos venció 1-0 a Corea), tendrá que recuperarse, confirmar el estado de salud de Jorelyn Carabalí que salió en camilla y con un inmovilizador en su cuello y preparar el viaje hacía Perth, donde el jueves, a las 5:00 a.m., se medirá a Marruecos.
A propósito de lo que sigue, Cata Usme invitó a la mesura: “En la experiencia que tengo en el fútbol, la victoria es muy linda, pero tiene dos momentos. Uno de ellos es peligroso porque te lleva a imaginarte cosas que no han sucedido. Les dije que como equipo logramos dar un gran paso hoy, que como equipo hay que celebrar, pero que como equipo, nos tenemos que aplacar”. Y puntualizó que lo hecho este domingo hay que ratificarlo en cada partido, “no creer que porque le ganamos a Alemania ya está todo hecho”. Solo está pensando en la final y la opción del título.
Otro paso al frente
Decía Luz Estela Zapata, otra mujer que ha hecho un apostolado en este deporte con las mujeres, quien vio crecer a Manuela y fue la responsable de que esta futbolista dejara la portería (siendo niña jugó como arquera en un torneo Ponyfútbol) y se dedicara a pulirse como defensa, que ya no son miles ni los mismos que han luchado por esta causa los que celebran. “Ya somos millones, todo el país, un continente que está feliz con el desempeño de estas valientes”.
Y es que solo quienes conocen el esfuerzo de las futbolistas para ganar visibilidad saben la dimensión de la actuación con combinado nacional en el Mundial 2023, donde iguala parcialmente lo hecho en Canadá-2015 al clasificar a los octavos de final. Allí, con otro triunfo relevante, 2-0 sobre Francia, había dado un primer campanazo de alerta de lo que se venía.
Una lucha que nació desde los años 80 y en la que no solo han tenido que enfrentar rivales en la cancha, sino discriminaciones, injusticias y escándalos, todos acallados con hazañas deportivas. Ahora, en el Mundial al que llevó un elenco que combina juventud y experiencia, continúa un camino que seguramente ofrecerá muchas más satisfacciones.