Las imágenes de televisión confirman la gravedad de lo que sucedió al final del clásico que terminó empatado entre Medellín y Nacional (2-2) y, lo que dijo el técnico Pablo Repetto, es una muestra más de la indolencia que hay y la falta de asombro por hechos de esta magnitud.
En las imágenes se muestra como una Navaja, medio abierta, golpea en la cabeza del jugador de Nacional Pablo Ceppelini. El arma cortopunzante, fácilmente le pudo causar una profunda herida en la cabeza o en otra parte de su cuerpo como en los ojos. Al final, el futbolista decidió continuar para que terminara el clásico.
Sin embargo, Ceppelini pudo haberse quedado en el suelo, obligando al árbitro Wílmar Roldán a declarar la suspensión del partido por falta de garantías lo que le daría los tres puntos al conjunto verdolaga.
En la rueda de prensa, el técnico Pablo Repetto se mostró sorprendido porque nadie le preguntó sobre este hecho.
“Esta terminando la conferencia y nadie habló de lo que pasó en el partido, eso me llama la atención. Hay que decir que primero comenzó una fiesta, es mi primer clásico y vi un estadio que creo que motiva a todos, pero lamentablemente pasó lo que sucedió en el último tramo del partido. Hay que destacar lo de los jugadores nuestros, porque si Ceppelini se tira, hay que suspender el partido y ganamos los puntos. Eso fue lo triste, afortunadamente no pasó a mayores, pero pudo pasar y no tenemos que esperar a que pase, ojalá que no vuelva a pasar”.
El exárbitro, José Borda, manifestó que ahora le toca actuar duramente a la Comisión Disciplinaria para evitar que hechos así se sigan presentando. “El objeto corto punzante que le enviaron a Ceppelini de Nacional pudo lesionarlo, las bolsas de agua y monedas que le tiraron a la juez de línea no tienen razón de ser. Roldán detuvo el juego pero debe informar a la Comisión Disciplinaria para que tome los correctivos”.
Respecto a sí todavía el Medellín, que hizo las veces de local, podría perder el punto alcanzado y Nacional ganar los tres, dijo lo siguiente: “El partido terminó en su tiempo reglamentario por eso no se le quitan los puntos”.
Al final del compromiso, Ceppelini se refirió al tema en la zona mixta.
“Tengo un chichón, estoy hinchado, la verdad es que me duele un poco, tengo un poco de sangre, pero no dio para que me suturen...No vi el objeto, cuando llegué al camerino me dijeron que fue una navaja, yo lo único que vi cuando agaché la cabeza fue un montón de monedas, botellas, de todo, el tema se lo dejo a Dimayor y las autoridades para que se hagan cargo”.
No es la primera vez que ocurren hechos de esta gravedad en el fútbol colombiano y, desde hace varios años se ha pedido que la Ley del Fútbol sea más drástica.
Varias voces autorizadas así lo han manifestado. El técnico Juan Carlos Osorio, quien conoció de cerca la forma en que los ingleses erradicaron la violencia de sus estadios, dijo que para eso solo hay un camino: “En Inglaterra se estableció una ley, es drástica y se hizo cumplir. El que vaya contra ella no puede volver nunca más al estadio y acá hay que hacerlo para sacar totalmente a los desadaptados de nuestro fútbol”.
Francisco Lloreda, quien hizo las veces de alto consejero para la Convivencia y Seguridad del gobierno presidente Juan Manuel Santos, ha reiterado que la mejor forma de acabar con la violencia en el fútbol colombiano es suspender el campeonato, como sucedió en 1989 tras el asesinato del árbitro Álvaro Ortega.
“No hay que esperar a que pase una tragedia para tomar cartas en el Asunto”.
Daniel Bocanegra, el exfutbolista del DIM y Nacional, hoy con América sufrió en carne propia la violencia en su contra en redes sociales por sus cambios de equipo y dice que en el fútbol de hoy ya no se disfruta sino que se padece. “Este es un deporte para disfrutar, para no generar estrés. Es una pasión y debería ser para vivirla en familia. Los días de partido son para gozarlos y no para ir a buscar problemas y a matarse entre unos y otros”, expresó.
Otro jugador como Aléx Mejía también le ha tocado vivir situaciones difíciles en Nacional y ahora en el Cali, donde hace poco los hinchas invadieron una de las prácticas del equipo, por lo que asegura que el hincha se está dejando llevar por la masa y es mejor pensar antes de actuar.
“Las personas que actúan de mala manera no son hinchas, sino vándalos. La gente que llega a ese extremo no está bien”.
Habrá que esperar cuál es la sanción de Dimayor para los hinchas del Independiente Medellín, en un momento crucial para el equipo, que busca su lugar entre los ocho para clasificar a los cuadrangulares.
