Atlético Nacional está firmando un arranque de temporada para la historia. Con 17 anotaciones en tan solo 6 partidos, el conjunto verdolaga se ha convertido en el equipo más goleador de lo que va del campeonato, un logro que cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que ha disputado un encuentro menos que la mayoría de sus competidores.
El promedio de goles del equipo de Javier Gandolfi es de casi 3 por partido, una marca que no se ha visto en los torneos cortos desde que iniciaron en 2002.
Este dato no solo confirma el gran presente del equipo, sino también la eficacia de su propuesta ofensiva, que ha sido clave para posicionarlo como una de las escuadras más temibles del campeonato.
Un ataque superior al resto
El poderío ofensivo del verde paisa es tal que supera por 4 anotaciones a su inmediato perseguidor en esta estadística, América de Cali, que suma 13 goles en el torneo. Además, le saca una ventaja de 6 tantos al líder de la tabla, Independiente Medellín, lo que demuestra que Nacional no solo apuesta por el triunfo, sino que lo hace con un estilo vistoso y contundente.
Pero lo más llamativo de este Nacional goleador es que su máximo artillero no es un delantero, sino Edwin Cardona, un volante creativo que ya suma 4 tantos en el campeonato. Esto confirma que el equipo no depende de un solo hombre en ataque, sino que cuenta con un colectivo equilibrado en el que cualquiera puede marcar, una característica que lo hace aún más peligroso para sus rivales.
La apuesta ofensiva de Gandolfi
Esta impresionante estadística también es un reflejo del estilo de juego propuesto por Javier Gandolfi. Desde su llegada, el técnico argentino ha priorizado el ataque y ha hecho de Nacional un equipo vertiginoso, con transiciones rápidas y un gran volumen ofensivo. La efectividad mostrada hasta ahora es el resultado de un trabajo colectivo bien estructurado y una mentalidad ofensiva que se impone.
El despegue goleador de Nacional no solo ilusiona a su hinchada, sino que también lo posiciona como un serio candidato al título. Con una propuesta ofensiva en estado de gracia y un técnico que apuesta por el espectáculo, el verde parece haber encontrado la fórmula perfecta para repetir la gloria, como sucedió el semestre pasado con Efraín Juárez.