El último día de 2024 marcó un giro inesperado en el fútbol colombiano. Alberto Gamero, uno de los técnicos más respetados y queridos por la hinchada de Millonarios, decidió dar un paso al costado tras cinco años. Con Gamero al mando, Millonarios consiguió tres títulos y consolidó una plantilla competitiva.
Sin embargo, las críticas nunca cesaron, señalando la falta de una superioridad arrolladora que el proyecto prometía. El balance fue positivo, pero quedó la sensación de que este equipo pudo alcanzar cotas más altas.
En una movida estratégica, Millonarios optaría por Rafael Dudamel, un técnico con un historial probado y una reputación como especialista en procesos a corto plazo. El venezolano tiene un perfil que encaja perfectamente con las necesidades actuales del club. Dudamel ha demostrado su capacidad para construir equipos ganadores en tiempo récord, como lo evidenció con el Cali en 2021, cuando logró el título en solo tres meses, y más recientemente con Bucaramanga, al que condujo, en el primer semestre de 2024, a su primera estrella.
Su experiencia internacional y su habilidad para gestionar equipos en momentos cruciales son cartas de presentación que generan optimismo. Además, su capacidad para conectar con los jugadores y sacar lo mejor de ellos sería clave para continuar el legado competitivo que deja Gamero, pero con un enfoque renovado que pueda traducirse en más títulos. La salida de Gamero marca el cierre de una era que dejó una huella imborrable en Millonarios. Por su parte, la posible llegada de Dudamel abriría un nuevo capítulo lleno de esperanza y grandes expectativas.