James Rodríguez se queda finalmente en el Sao Paulo, ¿pero terminará su vínculo con el cuadro paulista como quedó plasmado en el contrato que firmaron, hasta junio de 2025? Con la inestabilidad a la que nos tiene acostumbrados es difícil conocer la respuesta.
El cuento de que “se va” o “continúa” en el que equipo que representa se volvió a repetir en la carrera de quien es considerado uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol colombiano. A sus 32 años de edad la rutina de la incertidumbre persiste en su entorno, en su fútbol, en su nivel, en su estado, de forma físico como mental.
En los últimos cuatro años, después de abandonar el Real Madrid por segunda vez, el centrocampista ha tenido altibajos en los clubes que ha militado, sin poder lograr la consolidación anhelada.
Le sucedió en Everton de Inglaterra (2020-2021), Al-Rayyan de Catar (2021-2023), Olympiacos de Grecia (2023) y ahora en el Sao Paulo, que lo rescató el año pasado luego de varios meses sin tener competencia, y cuando reapareció en cancha, su calidad, más allá del corto tiempo sin jugar, lo permitieron ser nuevamente convocado a la Selección Colombia.
Por ahora, en su más reciente publicación en las redes sociales, y mostrando su positivismo habitual, el cucuteño indicó que “algo bueno está llegando”, mientras se le ve entrenando con disposición y disciplina con el cuadro paulista, al cual no quiso acompañar el pasado 4 de febrero a la final de la Superliga que ganó ante Palmeiras, más allá de que otros compañeros lesiones sí viajaron a respaldar en el decisivo juego.
Desde ese momento crecieron los rumores de la salida del colombiano de dicha institución, pero finalmente seguirá en el club que ahora dirige Thiago Carpini.
“James pidió disculpas, quiere jugar en Sao Paulo. Nunca se apartó de los entrenamientos, siempre cumplió con sus obligaciones, entrenando bien, al 100%, sin tener problemas con nadie (...) entendimos el pedido de disculpas”, confirmó el pasado martes el coordinador técnico Muricy Ramalho en una entrevista a un medio local.
Pero llama la atención la determinación de James de quedarse en el Sao Paulo, quien en un comienzo mostró inconformidad por no jugar con regularidad con este elenco. Hasta se especuló que el Besiktas de Turquía estaba interesado en ficharlo.
De hecho, como lo informó la agencia de noticias AFP, el zurdo pidió su partida antes del choque con Palmeiras, según fuentes del club, que aseguraron entonces que el jugador tenía problemas para adaptarse al fútbol físico de Brasil y sufría de “molestias crónicas” en la pantorrilla.
“Como no está jugando, no está satisfecho”, dijo entonces el director de fútbol, Carlos Belmonte.
Los medios locales agregaron además que su salida no pudo concretarse porque no llegó a un acuerdo financiero con Sao Paulo para rescindir su contrato. “No podemos dejar de lado a un crack de estos. Él habló con el entrenador, pidió perdón y lo entendimos”, agregó Muricy Ramalho.
Si bien James necesita jugar, es difícil que encuentre un lugar en otro equipo, pues ya se cerró el mercado de fichajes en Europa, y solo tendría opciones lejanas en Argentina o Estados Unidos. En sí, el libro de contrataciones en las principales ligas se abre a mitad de año, por lo que quedarse en Brasil, y ganarse un lugar en su equipo puede ser su mejor opción pensando en competir en la Copa América en Estados Unidos, una buena vitrina para demostrar que sigue vigente.
“Buena decisión”
El técnico antioqueño Miguel Cadavid considera que seguir en Brasil es el mejor camino, por ahora, que debe continuar James, sobre todo por los desafíos que se vienen, como la Copa América y la reactivación de las Eliminatorias al Mundial de 2026 en Norteamérica.
“Es muy bueno que él permanezca allí, pues el fútbol brasileño tiene un nivel altísimo a nivel de clubes, por algo son campeones de América y subcampeones del mundo (Fluminense). Ya se vio que cuando James regresó a la Selección, después de estar con Sao Paulo, le fue muy bien”.
Sin embargo, Cadavid hace una salvedad, al agregar que Rodríguez tiene que aportar de sí todo lo que se requiere para aportar en un balompié de altísima competencia.
“En Brasil no puede entrenar a media intensidad, y tiene que estar bien en los aspectos físicos, técnicos, táctico, mental y comportamental. Si falla en uno de esos es muy difícil que se mantenga allí porque el nivel es alto, pero si muestra fortaleza y disciplina, seguro que continuará entregando alegrías, sobre todo en la Selección Colombia y ante cualquier rival del mundo”, agregó el orientador.
