El que para muchos es el mejor jugador de la historia del fútbol, celebra un año más de vida este 24 de junio.
El jugador argentino tiene 7 balones de oro y 7 botas de oro en su carrera. FOTO: EFE
Los años van pasando y el rastro que dejan se nota en el rostro de Lionel Messi. Cuando tenía 22 era un joven tímido, introvertido, que pocas veces sonreía y no hablaba con la prensa. Tenía la cara lampiña y el cabello largo. Era un muchacho al que le gustaba correr detrás de la pelota y dormir en las tardes, como quedó registrado en un perfil de la Revista Gatopardo.
Ese chico tenía un par de balones de Oro y era el pilar del proyecto del Barcelona de Pep Guardiola. Pero el tiempo no perdona y los cambios que vienen con él se vuelven cada vez más evidentes. Ahora el rostro de Messi tiene una barba rojiza, su cabello es corto y el joven introvertido se convirtió en un líder que habla fuera de la cancha y hace duras críticas a organizaciones, como cuando dijo en la Copa América 2021 que la Conmebol trabajaba para Brasil.
Esta versión le gusta más a los hinchas argentinos porque se parece a Diego Maradona, el astro del país gaucho con el que siempre compararon a Lionel. La situación le pesó durante años porque no había podido conseguir un título con la selección. Incluso varias veces se planteó la idea de no volver a jugar con Argentina. Se le veía serio en la concentraciones y con la mirada perdida en los partidos.
Pero la expresión seria en su cara cambió. Sobretodo desde julio del año pasado, cuando consiguió su primer título con la Selección Argentina de mayores. Ahora sonríe, es más jocoso y se volvió amigo del famoso influencer español Ibai Llanos. Messi también cambió de ciudad, se fue de Barcelona, su eterno hogar, para París, para jugar con el Paris Saint - Germain.
Su cambio de equipo fue el novelón del inicio de la temporada 2021/2022. Decían que era algo imposible, que Joan Laporta –el presidente del cuadro catalán–, haría hasta lo imposible porque se quedara. Pero no fue así. Leo llegó al PSG a compartir vestuario con su amigo Neymar y con Kylian Mbappé, el llamado a reemplazarlo como mejor jugador del fútbol.
Volvió de alguna manera a sus inicios. Jugó su primera temporada con la camiseta número 30, número que utilizó en sus primeros partidos con el cuadro blaugrana. Tras una temporada poco productiva en goles, pero con muchas asistencias, lo que le valió la críticas de los aficionados parisinos, Leo está de vacaciones y hoy celebra su cumpleaños 35.
Ya no es el niño que encantó al fútbol mundial en 2006. Ahora es un hombre maduro, un poco más alegre, que se acerca al retiro futbolísitco pero mantiene su talento intacto y se prepara para jugar el Mundial de Qatar, que tal vez será la última cita orbital a la que asista. El objetivo de Messi es ganarlo, para que la expresión de su rostro, que antes era tímida, se convierta en una gran sonrisa.
¡Ojalá tengamos Messi para rato!
