Mientras James Rodríguez sigue subiendo su nivel en el São Paulo, lo cual hace que reciba elogios hasta de los mismos rivales a los que enfrenta, se conoció que en días pasados el jugador colombiano estuvo molesto con su técnico por no tenerlo en cuenta en los dos partidos de la final de la Copa de Brasil, certamen en el que su equipo salió campeón ante Flamengo.
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Así lo hizo saber su compañero y amigo Rafinha, otro referente del equipo paulista, en entrevista con el programa deportivo ‘Boleiragem’, en el que expresó su malestar por las decisiones del entrenador Dorival Junior.
“James estaba muy (molesto), pobre Dorival. Pero es complicado, un chico de ese nivel quiere jugar. Incluso me dijo un día que eso es lo que distingue a James. Es un tipo muy profesional, respeta a todos, no dice nada. Él hace su parte. Cuando tiene un problema va y habla con el entrenador. Le dice: ‘Tienes que confiar en mí. Confía en mí, soy un buen jugador. Puedes confiar en mí en cualquier situación”, confesó Rafinha.
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Finalmente, Rodríguez salió campeón pero sin tener minutos en los dos partidos por el título.
“Sí, fue a la oficina. Fue a hablar con Dorival. Es un tipo muy profesional, se cuida mucho. Allí estuvo todo el staff, en la final, estuvo todo su grupo, porque se preparó mucho para participar en esos partidos. Y luego en la final estaba celebrando con nosotros, pero ya ves que estaba... cualquier jugador allí estaría envenenado. Luego intercambió ideas con la gente de São Paulo”, agregó Rafinha, al expresar que fue uno de los que intervino para que Rodríguez, que venía sin jugar tras terminar su vínculo con el Olympiacos de Grecia, para que llegara al club paulista.
“Le dije que viniera. ‘Ven acá, vamos a ser campeones aquí en Brasil. ¿No te gusta eso? Ven acá, está cerca de Colombia”.
Rafinha también siente orgullo por el talento de James, que viene de ser figura el pasado fin de semana en el duelo contra el Gremio por la fecha 28 del Brasileirao, en el que hizo dos asistencias y el São Paulo venció 3-0.
“Pasé tres años con él en el Bayern de Múnich. Juega mucho. Tiene una zurda diferente. Es muy inteligente, ve el juego con un dron. Lo ve de otra manera a los demás. No es porque sea mi amigo, pero tiene mucha calidad. Se merecía jugar un partido a este nivel, porque tiene mucha calidad”.
