Algunos dicen que ese fue el mejor momento del fútbol colombiano en los últimos años. Otros que ese gol fue el que llevó a James Rodríguez a jugar en el Real Madrid. Hay muchas opiniones al respecto; pero lo cierto es que la primera anotación de Colombia contra Uruguay el 28 de junio de 2014 en el estadio Maracaná pasó a la historia del balompié nacional.
Era el minuto 27. Colombia y Uruguay estaban jugando los octavos de final de la Copa del Mundo que se realizó en Brasil. El marcador estaba empatado sin goles. Los dos equipos habían generado opciones de gol, pero ninguno vulneró hasta ese momento el arco de su rival.
Una jugada de ataque en favor del equipo colombiano empezó en los pies de Abel Aguilar. El futbolista bogotano intentó ponerle un pase de globito a James Rodríguez, que estaba parado cerca a la línea donde empieza el área. Un defensa uruguayo rechazó la pelota, que salió en la misma dirección en la que estaba “Abelito”.
Cuando la pelota le llegó de nuevo, el mediocampista la cabeceó intentando volver a buscar a James. Ahí empezó el momento feliz, inolvidable: El 10 de la Selección Colombia detuvo el balón con el pecho, se volteó para quedar bien posicionado frente al arco y cuando todo el mundo esperaba que hiciera un pase al área, Rodríguez pateó con su pierna izquierda, sin dejar caer el balón y puso a celebrar con locura, tanto a los colombianos que estaban en el Maracaná, como a los millones que lo estaban viendo por televisión.
Después de la anotación, Rodríguez corrió a una esquina para celebrar: se paró con los brazos abiertos frente a la tribuna, como imitando al Cristo Redentor del Corcovado de Río de Janeiro, y ahí se quedó mirando a los aficionados, disfrutando del momento que pasó a la historia. Este miércoles se celebran nueve años de ese día, que para muchos fue el mejor momento del futbol colombiano en los últimos años.