Algo parece estar sucediendo con James Rodríguez en su etapa con el Rayo Vallecano. La llegada del mediocampista colombiano al conjunto madrileño desató una ola de ilusión entre los aficionados rayistas y, especialmente, entre los seguidores colombianos que veían en este fichaje una oportunidad para que James volviera a brillar en el fútbol europeo. Sin embargo, tras su arribo al equipo el escenario no ha sido el esperado: apenas ha disputado 22 minutos en tres partidos, una cifra que alarma a propios y extraños, considerando el impacto que se esperaba de su fichaje.
En el último encuentro del Rayo Vallecano ante el Girona en Montilivi (empate 0-0), James ni siquiera vio acción. Íñigo Pérez, el joven entrenador rayista, tomó la decisión de no alinearlo, una determinación que ha encendido las alarmas tanto en Vallecas como en Colombia. El mediocampista cafetero, que ha demostrado en sus recientes presentaciones con la Selección Colombia estar en forma y ser determinante, se ha encontrado en una posición relegada, viendo los partidos desde el banco de suplentes.
En rueda de prensa tras el partido contra el Girona, Pérez justificó su decisión de no utilizar a James Rodríguez: “Hoy creía que los jugadores que han entrado eran de otras características para poder sostener un partido que estábamos sujetando con pinzas”, explicó el técnico. Aunque sus palabras apuntan a una estrategia puntual del juego, las declaraciones no han calmado el malestar que empieza a gestarse entre los aficionados colombianos, que ven con frustración cómo su estrella no cuenta con los minutos que parecían garantizados a su llegada.
Sin embargo, Íñigo Pérez se muestra tranquilo ante las críticas, incluso frente a los insultos que ha recibido por parte de seguidores colombianos: “Si hay insultos hacia mi persona porque no alineo a un jugador, no me queda otra que aceptarlo”, afirmó, demostrando su disposición a mantenerse firme en sus decisiones. Para el técnico, el nombre del jugador no es lo más importante, sino su rendimiento en los entrenamientos y su adecuación al esquema de juego que propone el Rayo.
A pesar de las justificaciones del entrenador, es evidente que algo no termina de encajar entre James Rodríguez y el Rayo Vallecano. El mediocampista llegó con la expectativa de convertirse en el eje ofensivo del equipo, el jugador encargado de aportar su visión y calidad en los últimos metros del campo.
No es el club para él
Harold Lozano, exjugador colombiano y referente de la selección en los años 90, señaló que el estilo de juego del Rayo Vallecano no favorece a James: “Él está hecho para un equipo que proponga fútbol, que juegue en el área rival, pero este Rayo es un equipo más de lucha y de transiciones rápidas, por lo que ahí James no encaja tan bien”, comentó Lozano.
Por su parte, Willington Ortiz, otro de los grandes nombres del fútbol colombiano, mostró su preocupación sobre el futuro de James en el club madrileño. “Si después de seis o siete partidos el técnico le da poco juego, es porque no cuenta con él”, expresó Ortiz. Y añadió: “En el fútbol de hoy hay que adaptarse de inmediato, si pasan seis o siete partidos y sigue en esta situación, es un mensaje muy claro de que el entrenador no lo pidió y seguramente fue una apuesta dirigencial”.
Otra leyenda del fútbol colombiano como Carlos “El Pibe” Valderrama aseguró que en Europa, cuando no eres ni argentino ni brasileño, la cosa es a otro precio. “A mí me tocó vivirlo en Francia cuando no jugaba con el Montpellier porque el técnico decía que no me acomodaba al sistema y la verdad era que él no me quería poner. A James le toca tener paciencia y si las cosas no cambian pues buscar otro equipo, porque todavía tiene mucho fútbol y así lo demuestra en la Selección”.
El futuro de James Rodríguez en el Rayo Vallecano es, sin duda, incierto. Mientras la afición rayista parece estar de lado del entrenador, respaldando su idea de que la posición en el once titular debe ganarse sin importar el nombre del jugador, los aficionados colombianos siguen esperanzados de que James logre sobreponerse a este nuevo obstáculo en su carrera. Sin embargo, el tiempo apremia, y si no consigue minutos en las próximas jornadas, la posibilidad de que el técnico haya perdido la fe en él será cada vez más evidente.
