El centrocampista fue la figura de Tricolor en su debut en la Copa América ante Paraguay. Física, mental y tácticamente luce diferente en el equipo nacional que en el club al que representa, en este momento São Paulo, del que se ha especulado su salida supuestamente por mal rendimiento.
James Rodríguez sigue siendo determinante con la Selección Colombia. El pasado lunes, en el estreno del equipo nacional en la Copa América, fue considerado la figura en el triunfo 2-1 contra Paraguay en el Estadio NRG, en Houston, Estados Unidos.
Sus dos asistencias para los goles de Daniel Muñoz y Jéfferson Lerma, ambos de cabeza, evidenciaron una vez más la calidad del centrocampista, quien además mostró sacrificio en marca y estuvo bastante participativo durante los 90 minutos en el campo, del que salió ovacionado por el público al ser reemplazado por Juan Fernando Quintero. Desde 2019, cuando lo hizo André Carrillo para Perú, un jugador no daba dos pases goles en una etapa inicial de un partido de la Copa América.
¿Pero por qué James Rodríguez rinde más en la Selección que en los clubes que ha representado?
Miguel Cadavid, técnico de fútbol y quien tuvo la oportunidad de dirigir a James en 2006 en el Envigado F.C., sostiene que en la Selección James se siente como el dueño del negocio, por eso lo cuida y lo quiere.
“Cuando defiende a Colombia, el ciento por ciento del rendimiento se lo entrega a este equipo en lo físico, técnico, táctico y en lo mental. Tiene una gran concepción, se siente cómodo, como en su casa, su capacidad la pone al servicio no solo de él sino del grupo”.
Cadavid comenta que no se puede olvidar las buenas actuaciones que James ha tenido en otros clubes, entre ellos Envigado, Banfield, Porto, Real Madrid, Bayern de Múnich e incluso Everton, en el que cual llegó a ser considerado el jugador del mes en esa temporada en Inglaterra y dicho equipo estuvo entre los primeros lugares de la tabla.
Sin embargo, el orientador comenta que llega un momento en el que se descuida, y no tiene la misma intensidad para afrontar los retos y las responsabilidades que tenía, quizá porque no tenía la continuidad, el apoyo suficiente y el protagonismo necesario.
“En la Selección es diferente. Rara vez no ha rendido. Tiene demasiada ascendencia en el grupo, todos los compañeros saben que una cosa es con James y otra cosa es sin James. El grupo y el técnico saben que con él se juega distinto, y me atrevo a decir que por el momento no tiene reemplazo en la Tricolor”, indica Cadavid, sobre el cucuteño, quien el próximo 12 de julio cumplirá 33 años.
Un 24 de junio, pero hace diez años, James también impresionaba con su talento, luego de marcarle a Japón en el triunfo 4-1 durante el Mundial de Brasil. Ese día, el centrocampista también asistió a Jackson Martínez en dos ocasiones.
“Rodríguez acá se siente el líder, el responsable del equipo. En los otros clubes no, entonces se relaja con eso y se queda, no asume el papel de importancia. Sabe que hay otros jugadores que lo pueden reemplazar y lo superan. Por ejemplo, en el Real Madrid, encajaba pero era un jugador más. Es muy bueno en medio de muchas figuras, entonces no tiene la misma trascendencia en el club como la posee en la Selección, en la que es importante para los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y un gran sector de la hinchada. La Selección es como su trofeo de guerra, tiene sentido de pertenencia”.
Rodríguez ajustó 101 partidos con la Selección, con un balance de 56 triunfos, 24 empates y 21 derrotas, que dejan con un rendimiento a la tricolor del 65%.
Además ha convertido 27 tantos y ha realizado 29 asistencias. De esas anotaciones, marcó seis en el Mundial de Brasil-2014, terminando como el máximo artillero del certamen.
“Estoy muy contento, fue muy importante empezar ganando (en la Copa América) ante un rival duro. Todavía falta muchísimo camino, y vamos partido a partido”, sostuvo James, al término del encuentro ante Paraguay, de manera segura y con convicción frente al deseo de seguir dejando huella con la Selección, en la que es, como dice el orientador Cadavid, “el gran faro”.
