Las manos en el rostro cubriéndose los ojos mientras lo sacaban en camilla de la cancha del Atanasio Girardot hacia el túnel que lleva a los camerinos, fueron el presagio de que algo grave le había pasado.
Unos minutos antes, el defensa central bogotano Kevin Mantilla, una de las contrataciones importantes del Medellín para el Apertura 2025, quedó tirado en el suelo. Por un momento, los aficionados de las tribunas pensaron que quien se había lesionado era Francisco Fydrizsewski, porque desde la posición que estaba no se le veía el dorsal.
Solo se divisaba a un hombre alto, delgado, tirado en el suelo. Cuando ingresaron los médicos a atenderlo y se giró para hablar con ellos, se supo que era Kevin, quien llegó desde Talleres de Córdoba para reforzar al Medellín.
El préstamo a un año, con opción de compra, se consolidó después de otro caso fortuito. Durante un entrenamiento de pretemporada que se realizó en la sede de Llanogrande, Fainer Torijano, capitán del equipo rojo, sufrió un golpe en la rodilla derecha y tuvo un problema en el menisco medial.
Lo operaron. La incapacidad que le dieron fue de tres meses. La ausencia del caleño por la ruptura del cartilago que sirve para amortiguar los golpes entre los huesos que se unen en la rodilla, obligó a que concretaran a Mantilla.
Su llegada generó ilusión en los aficionados. El cuerpo técnico, encabezado por Alejandro Restrepo, lo vio bien en los primeros entrenamientos. Debutó contra Envigado, en el Polideportivo Sur. Le fue bien. Se mostró veloz en los cierres, también fuerte en las jugadas aéreas. Sin embargo, no terminó el encuentro.
Sintió un pinchazo en la parte posterior de la pierna y pidió el cambio por prevención. En semana se confirmó que estaba bien. Dijo que podía jugar sin problema contra Unión Magdalena.
Lo hizo. Pero al minuto 30, en medio de un ataque del rival, pisó mal: se rompió el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. “Esta no es una lesión que se pueda prevenir, sino que simplemente pasa. Además, los futbolistas le temen porque es la más grave a la que están expuestos”, aseguró el terapeuta antioqueño Sebastián Botero.
¿Cuánto tiempo estará fuera?
Mantilla volvió a Colombia para tener los minutos que no logró en Argentina. Pero, a falta de confirmación oficial, el problema que sufrió lo sacará de las canchas entre seis y ocho meses. “La recuperación es demorada porque, inicialmente, la cicatrización se tarda entre 2 y 3 meses. Si ese proceso no se hace bien, hay riesgo de que se rompa de nuevo. Sin embargo, ahora la recuperación arranca la misma semana, o una después de que hacen la cirugía. Lo complejo es recuperar las cualidades físicas”, agregó Botero.
Así ocurrió con el uruguayo Joaquín Varela, defensa central del DIM que en septiembre de 2024 se rompió el ligamento cruzado y el colateral de la rodilla derecha. “Joaco”, como le dicen en el equipo, regresará a mediados de marzo a competencia.
Mientras tanto, la posición la de cabeza de área en la línea de tres defensas que arma Alejandro Restrepo la debe ocupar Luis Escorcia, un canterano de 21 años que venía siendo titular antes de la llegada de Mantilla. La primera “prueba de fuego” del joven cartagenero será este sábado, cuando el Poderoso visite a Millonarios en El Campín de Bogotá (8:10 p.m. ). DIM no gana en la capital desde el 27 de octubre de 2022 (2-1).
