El jugador polémico, aquel que despierta amores y odios en los futboleros colombianos, ese hombre que a los 38 años está lleno de tatuajes en los brazo, se pinta las uñas de las manos y los pies, tiene el cabello tinturado, anda con cadenas, relojes, pulseras de oro, llegó a los 225 goles en el fútbol colombiano y se convirtió en el máximo goleador de la historia.
La hinchada lo vitoreó. Él, como respuesta, les mostró la camiseta del Once Caldas que tenía escrita, en una tipografía dorada, la cantidad de celebraciones que alcanzó. La tribuna se quería caer mientras los aficionados coreaban “Dayro, Dayro, Dayro goleador”.
Mientras tanto, el delantero nacido en Chicoral, Tolima, chocó pecho con pecho con uno de sus compañeros de escuadra. Luego se arrodilló, lloró, se levantó, se cubrió el rostro. El partido se acabó. Moreno logró el registro que venía acechando desde que empezó el campeonato en el Atanasio Girardot, el segundo estadio en el que más veces ha celebrado (43 goles).
“Quiero agradecer a mi familia y a Chicoral. Decirles que sepan que hay alguien representándolos a nivel nacional e internacional. También doy mis gracias a la hinchada y los directivos, que me dieron la confianza para hacer historia”, dijo Dayro en las declaraciones que dan los futbolistas en la cancha pocos minutos después de que termina el partido.
Después, el jugador se refirió a que por fin logró hacer historia y que se sentía orgulloso de lograrlo “con esta camiseta tan maravillosa que es la del Once Caldas, el club de mis amores”, aseguró con una gran emoción en el rostro.
Moreno debutó como futbolista profesional el 28 de abril de 2003 con el Once Caldas, equipo al que llegó a los 15 años a formar parte de las divisiones menores después de haberse destacado con la Selección Tolima prejuvenil.
El entrenador que le dio la confianza de debutar, a los 17 años, fue el antioqueño Luis Fernando Montoya. Poco a poco logró ganarse un cupo entre los titulares. Su velocidad y olfato goleador hicieron que lo inscribieran para la Copa Libertadores del 2004.
El 3 de marzo de 2004, Dayro marcó su primer gol como profesional. Fue en un duelo entre Once Caldas y Unión Magdalena que se jugó en el estadio Palogrande de Manizales. Un par de meses después, el joven de Chicoral hizo parte del plantel profesional del elenco caldense que ganó la Copa Libertadores de ese año tras vencer, por penaltis, a Boca Juniors en Manizales durante la final de vuelta del torneo continental.
“Desde que salí de mi pueblo tenía en mente que quería hacer historia. Primero quise ser futbolista profesional: lo logré. Luego soñé con ganar títulos en el fútbol colombiano con el Once Caldas: lo logré. Quise ir a la Selección Colombia: lo conseguí. Anhelé jugar en el extranjero: lo hice siendo muy joven. Me tracé la meta de ser el máximo goleador del fútbol colombiano y lo hice. Pero esto no para aquí”, agregó Moreno, quien en la zona mixta dijo que lanzará un libro en el que contará su historia que se llamará DM17.
Dayro, el hombre récord, ha vestido cinco veces la camiseta de Once Caldas. Entre 2003 y 2007 fue su primera etapa. Después anduvo por Brasil en el Athletico Paranaense y Rumania, vistiendo la camiseta del Steaua Bucarest. En 2010 volvió al cuadro de Manizales después de no haberse entendido con el equipo europeo. Estuvo hasta 2011. Ese año se fue a Tijuana de México y, para el primer semestre de 2012 regresó al conjunto de sus amores.
Pasaron ocho años para que volviera a vestirse de blanco. En ellos jugó con Junior, Millonarios, Tijuana, Atlético Nacional y Talleres de Argentina. En 2020, durante la pandemia, regresó al Once Caldas. Luego se fue a Bolivia en 2021, donde defendió los colores de Oriente Petrolero. Regresó a Colombia en 2022 para jugar con el Bucaramanga y, a principios de 2023 fue confirmado como refuerzo estelar del equipo que hoy marcha sexto en la Liga con 21 puntos y con el que Dayro sueña ser campeón este año. El goleador desea tener otro momento en el que lo supere la emoción.