La final de la Copa Libertadores estaba caliente desde un par de semanas antes de que se disputara el partido. El 20 de noviembre, los equipos se enfrentaron por el torneo de Brasil. El encuentro terminó empatado sin goles. Al final, Luiz Henrique, figura del Botafogo, tuvo una discusión acalorada con Hulk, capitán del Atlético Mineiro.
El capitán del Mineiro, que busca su segundo título de Copa Libertadores, dijo que el referente del otro cuadro manifestó que el Atlético jugaba como “una mierda”. Con ese antecedente en la previa y las declaraciones de que el Botafogo era favorito para quedarse con el título, empezó el partido en el estadio Monumental de Núñez en Buenos Aires, Argentina.
No habían pasado dos minutos del encuentro cuando llegó la primera expulsión. Gregore, un jugador del Botafogo, levantó en exceso la pierna en la mitad de la cancha y golpeó en la cabeza a un rival. El cuadro de Río de Janeiro se quedó con 10 futbolistas. Todo se encaminaba a que Mineiro sería el dominador del partido.
Y así fue: durante el primer tiempo tuvo el 79% de la posesión del balón, remató siete veces al arco del rival, realizó 290 pases y tuvo una precisión del 90% en el toque de la pelota. Sin embargo, el rival se creció en los últimos 10 minutos.
El delantero Luiz Henrique, un delantero veloz de 23 años, anotó el primer gol del partido al minuto 35, cuando cazó una pelota dentro del área y la mandó a guardar al arco con un fuerte remate de zurda. Los aficionados celebraron con locura. Un hincha de bigote tipo ochentero que enfocaron en la tribuna, se puso a llorar de felicidad.
Cómo no: su equipo estaba logrando un hecho épico, impensable minutos atrás por el desarrollo del partido. Luego, el mismo atacante generó la jugada que terminó en un penalti a favor del “fogao”. Le mandaron un balón en profundidad que un jugador del Mineiro cubrió con su cuerpo para que el arquero lo tomara con la mano en el área.
Luiz Henrique corrió a toda velocidad, ganó el balón y produjo que el toque del guardameta que iba a la pelota, terminara en su pie. Después de un llamado del VAR, el juez central del partido, Facundo Tello, pitó penalti. Lo pateó Alex Telles. Puso a los aficionados del Botafogo a soñar con su primer título de Copa Libertadores.
Recién empezó el segundo tiempo, el delantero chileno Eduardo Vargas marcó de cabeza y puso el descuento para el equipo con el que Ronaldinho ganó la Copa en 2013.