La volante del FC Barcelona, que tiene 25 años, disfruta tras ganar el Balón de Oro
de 2023.
Es una mujer empoderada. Tiene claras sus raíces y vive aferrada a ellas. Por eso, a pesar de ser famosa, ser reconocida en el planeta entero, de haber alcanzado el sueño que tenía desde niña de ser campeona del mundo con España y ganar el Balón de Oro de 2023, no se ha ido de su pueblo natal. Tampoco ha dejado la casa de sus padres.
Aitana Bonmatí es la representante más reconocida de Sant Pere de Ribes, municipio ubicado cerca de Barcelona en el que nació el 18 de enero de 1998. Allá no solo es la volante estrella del Barça, la “Iniesta” del fútbol femenino que lideró el medio campo de la Selección de España en el Mundial que se jugó en Australia y Nueva Zelanda entre el pasado 20 de julio y el 20 de agosto.
No. En ese lugar es la hija de los profesores de filología catalana Rosa Bonmatí y Vicen Conca. También, la muchacha que cuando era niña dividía su vida entre la música, las letras de los libros y los deportes.
“Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia en Sant Pere de Ribes. Es el pueblo donde crecí, donde me volví futbolista. En el patio de la escuela fueron mis inicios en este deporte. Nunca me he mudado de aquí. Salir de Barcelona y venir me tranquiliza y me hace desconectar. Ribes es mi casa, acá está mi gente... Qué mejor sitio para vivir”, le dijo Aitana al diario El Mundo.
La intelectual del fútbol
Por la profesión de sus padres creció rodeada de cultura. Su casa siempre estuvo llena de literatura. Alguna vez le dijo a un diario catalán, medio bromeando, que no sabía si el hogar de sus progenitores era una vivienda o una biblioteca. En ese contexto era casi obligatorio, ineludible, que ella fuera intelectual, una lectora voraz, una mujer con sensibilidad especial para el arte.
Tal vez por eso fue que, pocas horas después de que recibió el Balón de Oro en París, llegó con entusiasmo hasta su pueblo para contemplar el mural que pintó el grafitero Jordi Comas en su honor.
En la escena se ve una Aitana de unos diez años vestida con la camiseta del Barcelona, abrazando una representación de su figura actual que tiene en las manos el galardón que la identifica como la mejor jugadora del mundo. Bonmatí se mostró contenta. Firmó el mural. Se tomó una foto con él de fondo. La posteó en sus redes sociales. “Donde todo empezó”, escribió en el post.
Una luchadora de la vida
El feminismo de Aitana es heredado de su madre. Desde que nació estuvo luchando contra la corriente. Durante sus primeros dos años de vida tuvo solo los apellidos maternos. Así lo decidieron sus padres, que querían que la niña llevara primero el apellido Bonmatí de la mamá y después el Conca del papá.
Pero en 1998 las leyes españolas no lo permitían. Sus progenitores dieron una batalla legal y la ganaron. Al fin la registraron como deseaban. Entró al colegio. Jugó baloncesto. Después le gustó el fútbol. Empezó a jugarlo, pero era la única mujer que lo hacía.
No importó. Su talento sobresalió. Entró a la escuela de balompié del pueblo. No la amedrentó jugar con hombres. Era la más destacada del equipo. Llegó al Cubelles CF. Estuvo dos años. En el primero pulió su talento. En el segundo no la pasó bien jugando en la categoría masculina.
En 2012 llegó a las divisiones menores del equipo femenino del Barcelona. Hizo el proceso formativo. Tres años después debutó en el equipo profesional. Se consolidó y aportó para que el cuadro culé ganara 12 títulos nacionales entre el 2017 y 2023. También levantó las Champions de 2021 y de este año.
En 2017 debutó con la Selección absoluta de España, con la que ganó el Mundial. Pero ella, que es una mujer empoderada, no solo es futbolista. También se graduó del pregrado en ciencias del deporte y está cursando una maestría en Gestión Deportiva. Ahora es la mejor jugadora del mundo y su objetivo es, a largo plazo, luchar para que más mujeres puedan acceder a este deporte, sin pasar por las luchas que ella ya tuvo.
España domina el balompié femenino mundial
No solo son las campeonas del mundo. También tienen al mejor equipo del balompié jugado por mujeres en Europa, que es el FC Barcelona, vigente campeón de la Liga de Campeones. Y no contentos con eso, en la plantilla del cuadro catalán están las dos mejores jugadoras del mundo en los últimos tres años. Una de ellas es Aitana Bonmatí, de 25 años, la ganadora del Balón de Oro de este año. La otra es la volante Alexia Putellas, de 29, que fue la ganadora del galardón en 2021 y 2022. “Son complementarias al 100%. Se parecen en pocas cosas. Tener a las dos en un mismo equipo es un tesoro increíble. Te cumplen funciones muy distintas: una diestra (Aitana), la otra zurda (Alexia, foto); una que es más de romper líneas y otra de ayudar en la zona posicional. Son cromos diferentes que todo equipo querría tener en su colección”, aseguró Jonatan Giráldez, técnico del Barcelona.
Las mujeres tienen más preparación
Cuando Bonmatí recibió el Balón de Oro dio el discurso en catalán, español e inglés. Por el contrario, Messi, que fue el ganador del galardón masculino, solo habló en español. Varios usuarios en redes sociales empezaron a comentar la situación. Muchos dijeron que las futbolistas mujeres se expresaban mejor que la mayoría de los hombres. Y no les falta razón. Eso tiene una explicación simple: una gran parte de las jugadoras que son profesionales, primero estuvieron en el fútbol universitario, donde ganaron becas para estudiar gracias a su talento deportivo.
No solo son las campeonas del mundo. También tienen al mejor equipo del balompié jugado por mujeres en Europa, que es el FC Barcelona, vigente campeón de la Liga de Campeones. Y no contentos con eso, en la plantilla del cuadro catalán están las dos mejores jugadoras del mundo en los últimos tres años. Una de ellas es Aitana Bonmatí, de 25 años, la ganadora del Balón de Oro de este año. La otra es la volante Alexia Putellas, de 29, que fue la ganadora del galardón en 2021 y 2022. “Son complementarias al 100%. Se parecen en pocas cosas. Tener a las dos en un mismo equipo es un tesoro increíble. Te cumplen funciones muy distintas: una diestra (Aitana), la otra zurda (Alexia, foto); una que es más de romper líneas y otra de ayudar en la zona posicional. Son cromos diferentes que todo equipo querría tener en su colección”, aseguró Jonatan Giráldez, técnico del Barcelona.
