El 11 de febrero de 2004, Albeiro Usuriaga se encontraba en un negocio del barrio 12 de octubre de Cali, era cliente recurrente y los hinchas se acercaban para tomarse una fotografía con él, ya que había dejado huella en Colombia con Nacional, levantando la Copa Libertadores de 1989 y en varias campañas con el América de Cali. También había sido goleador en Argentina con Independiente de Avellaneda. Ese día, sobre las 7:00 p. m., El Palomo fue víctima de un sicario, luego de que un hombre descendió de una moto y le disparó en 13 ocasiones.
Sobre este crimen hubo varias hipótesis, una señalaba que Usuriaga había sido testigo de un asesinato y lo quisieron silenciar. Finalmente, las autoridades concluyeron que fue asesinado por orden de Jéfferson Valdez Marín, jefe de una banda ilegal llamada Molina, debido a que Albeiro había salido con la novia del criminal.
Sin embargo, al día de hoy la familia de Usuriaga sigue afirmando que su muerte se debió a que era defensor de su barrio y no permitía que se registraran crímenes.
“Me atrevería a decir que lo mataron porque cuidaba mucho este barrio, porque él nunca aceptó que vinieran acá a robar, a matar la gente, y él quedarse callado. Para mí, él de pronto supo de algunos de los crímenes que se cometieron en ese tiempo y tal vez matándolo fue la única manera que encontraron de callarlo”, afirmó una de las hermanas de Usuriaga al programa Expediente Final de Caracol.
Tanto Nacional como América recordaron a Albeiro en sus redes sociales con imágenes de él. Mientras que el club argentino le dedicó también unas palabras.
“Talentoso, encarador y goleador. Carismático como pocos, supo meterse en el corazón del hincha de #Independiente a fuerza de goles, títulos y sonrisas. A 20 años del asesinato del Palomo Usuriaga, lo extrañamos y lo recordamos todos los días”.
Usuriaga no fue el único futbolista con líos por fuera de las canchas, son varios los colombianos que han tenido problemas judiciales o fueron asesinados. Acá hacemos un breve recuento.
Diego León Osorio
El exjugador de DIM, Atlético Nacional y Santa Fe fue condenado a cárcel, primero en 2019 y después en 2023, luego de que fuera declarado culpable de tráfico de drogas.
René Higuita
Fue absuelto de problemas con la justicia, pero pagó siete meses de cárcel en 1993, tras ser señalado de recibir 50.000 dólares a cambio de intermediar en la liberación de una niña que había sido secuestrada.
Javier Flórez
El exjugador del Junior de Barranquilla estuvo envuelto en un asesinato en 2009. El homicidio sucedió días después de que su equipo perdiera la final ante el Once Caldas. El hecho se generó tras una pelea de insultos con un vecino, finalmente la sentencia decía que Flórez había cometido un homicidio simple y no agravado.
Wilson Pérez
El jugador barranquillero fue capturado por llevar 171 gramos cocaína, en hechos ocurridos el 5 de octubre de 1995. En 1997 el Tribunal Superior de Barranquilla lo condenó a cuatro años y dos meses de prisión.
Jhon Jiménez Guzmán
Exjugador del América de Cali y Envigado, la justicia norteamericana lo condenó a 6 años y 6 meses de cárcel por haber lavado de activos del narcotráfico.
Freddy Rincón
Fue en su momento acusado del delito de lavado de activos y en 2007 las autoridades brasileñas lo detuvieron tras un requerimiento de la justicia panameña. En 2016 fue absuelto del cargo relacionado con narcotráfico.
Ómar Cañas
El Torito, como le decían popularmente al exjugador de Nacional, fue asesinado el 3 de febrero de 1993 al parecer por un ajuste de cuentas.
Felipe Pérez
Este exjugador del Atlético Nacional fue capturado por el Bloque de Búsqueda el 23 de julio de 1993 en su apartamento de Medellín. Fue condenado a 3 años de cárcel y posteriormente asesinado, el 17 de octubre de 1996.
Anthony de Ávila
Este exjugador del América de Cali fue capturaron por narcotráfico en Italia en 2021 y sentenciado a 12 años de prisión.
Jhon Viafára
El exfutbolista del Once Caldas, campeón de la Copa Libertadores 2004, fue sentenciado por narcotráfico en Estados Unidos. El exjugador se declaró inocente, víctima de un montaje, pero aún así fue extraditado y condenado a 11 años de cárcel por cargos de conspiración para importar y distribuir cocaína.