Tranquilo, claro en sus apreciaciones, con respuestas precisas y feliz de estar en un club grande como Atlético Nacional.
Así se mostró ayer Jorge Almirón, quien fue presentado como nuevo técnico de la escuadra verde y quien dejó la sensación de ser un entrenador que genera seguridad.
Serán los partidos y, más allá de estos, los resultados, los que justificarán la permanencia o no de este argentino de 46 años de edad, quien llega al club antioqueño con el antecedente de ser el técnico más ganador de títulos con Lanús.
Bien ligero manifestó el primer objetivo que tiene: el inmediato -y que tratará de hacerlo en estos días, antes de su regreso, mañana, a Argentina-: “conocer la gente que trabaja en el club y, luego, comenzar a definir aspectos puntuales como el caso de jugadores”.
Almirón sabe que en el club hay elementos importantes, pero igual entiende que es necesario reforzar el conjunto para armar un gran onceno, entendiendo que hay compromisos tan vitales como la Copa Libertadores 2018.
“Todos los equipos se están armando muy bien y nosotros tenemos que estar a la altura. En esta Copa Libertadores hay 17 campeones y están haciendo buenas contrataciones; nosotros tenemos el compromiso de hacer un elenco fuerte y grande”.
Filosofía futbolística
Para Almirón, hablar de filosofía aplicable a un equipo, es referirse a algo muy amplio. Para implementarla, lo primero es conocer los jugadores que se tiene.
“Todo lo determinan ellos y es ahí, donde no nos podemos equivocar. Desde luego que yo tengo cosas en la cabeza, pero hay que buscar lo mejor para el equipo y el club. No podemos fallar en la elección y conformar un buen grupo. No soy un filósofo del fútbol, soy más trabajador de cancha. En lo teórico admiro muchos técnicos, los leo, pero yo tengo mi manera de pensar y más allá de la filosofía hay que desarrollarla y mostrarla”.
En el rostro de Jorge Almirón se le nota el entusiasmo, las ganas de empezar a trabajar y de conocer el grupo con el que tendrá como compromiso inicial, la Superliga colombiana frente a Millonarios en enero. Por eso no esperó hasta enero y aprovechó para estar cuatro días en Medellín y saber, de primera mano, lo que tiene y lo que necesita.
“Sería imprudente de mi parte hablar de refuerzos, señalar algún nombre. Creo que la expectativa de los jugadores es seguir integrando este equipo. Algunos de los que están en el club tienen ofertas. Todo será de estudio. Son muchos puntos para hablar. Lo cierto es que todavía no se ha avanzado, pero para eso estamos acá”.
Contrataciones y salidas
El entrenador ya recibió información de los futbolistas que quieren salir -casos Franco Armani y Macnelly Torres- y de los posibles refuerzos -como Giovani Moreno y Camilo Zúñiga-.
“Me gustan los buenos jugadores” puntualiza.
Por eso no rechaza tener figuras como Moreno y Zúñiga, quienes vienen entrenando con el equipo, pero con quienes todavía no ha tenido contacto.
“Todo depende de lo que quiera el jugador. En el caso de Macnelly no lo conozco, no he hablado con él, son muchas cosas, como jugador es indiscutible, pero depende de las intenciones de cada uno. Yo quiero contar con ellos, pero falta ver las expectativas que tengan”.
Entiende que las obligaciones en Lanús eran muy diferentes. No le exigían títulos y la gente celebró el haber llegado a una final de Copa Libertadores y terminar segundo.
Nacional tiene 16 títulos en Colombia, dos de Copa Libertadores, dos de Recopa Suramericana, dos de Merconorte y una de la Interamericana. Es un equipo de prestigio nacional e internacional y, por eso, las exigencias son mayores, reconoce.
“En Lanús, todo lo que hacíamos era muy bien recibido. Acá, llegar a finales es una obligación. Nosotros -en Argentina- perdimos una final y la gente salió contenta. Sabemos que acá los procesos son de menos paciencia, por eso el jugador que llegue, sabe que tiene que ser protagonista. Tenemos claro que partimos de cero”.
Dos años
El técnico subcampeón de la Libertadores firmó por dos años; sin embargo, ese hecho no le garantiza nada en Nacional, como lo advierte.
“En los equipos grandes se obliga a resultados, pero eso sucede en todos, porque para eso nos pagan, lo mismo a los jugadores. Ojalá pudiera tener al Nacional que ganó la Copa Libertadores y reforzarlo. Yo sé que tengo que hacer cosas grandes y dependemos de cada minuto de trabajo que tengamos. No por ser el equipo más grande te asegura títulos, pero daremos todo en el día a día”.
Y así como entró, con una sonrisa optimista y franca, se despidió Almirón, quien si fuera por sensaciones, buenas cosas le esperan al verde de Antioquia para la temporada que se avecina.