Cuando lograron el punto final de su simbólico triunfo, Sergio Hernández y Diego Giraldo estallaron en júbilo.
Saltaban de la emoción, gritaban, y hasta se encontraron con el abrazo fraterno, antes de chocar manos en señal de respeto con los históricos deportistas que acababan de vencer, de uno de los hombres del cuerpo técnico de la Selección Antioquia de Tenis, quien por inercia, producto de la alegría y como sin creer lo que acababa de presenciar, rompió el protocolo y saltó a la pista de polvo de ladrillo de las Canchas de la Villa Deportiva de Pereira para unirse al festejo de los deportistas paisas.
Luego, Giraldo se persignó, y junto a Sergio se cruzaron con los emblemáticos rivales, quienes con la caballerosidad que los caracterizó, felicitaron a los ganadores.
Se trataba nada más y nada menos que de Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, una de las mejores duplas del tenis mundial en los últimos años, pues llegaron a ocupar el primer lugar del ranquin ATP en dobles, y quienes precisamente, tras ese duelo, le dijeron adiós a sus fantásticas carreras deportivas.
De esta manera, en las semifinales del tenis de campo de los Juegos Nacionales que se disputan en el Eje Cafetero, los vallecaucanos, campeones de dos Grand Slam (Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos en 2019) y ganadores como pareja de 19 títulos ATP, jugaron su último partido como profesionales. El dúo paisa se impuso por 7-6, 6-7 y 10-5. Este miércoles en la final, los bogotanos Cristian Rodríguez y Andrés Urrea se quedaron con el oro al vencer 6-3 y 6-4. Por los pronto, los antioqueños superaron lo hecho en los Juegos Deportivos Nacionales en Bolívar 2019, en los que lograron presea de bronce.
Premio al trabajo constante
Lo hecho por Sergio y Diego, ambos con 24 años, no fue fruto de la casualidad. Desde que tenían 8 de edad empezaron a jugar como pareja en la Liga de Tenis de Antioquia.
Hernández, que mide 1,75 metros de estatura, y Giraldo, de 1,91 m, conquistaron varios títulos nacionales de categorías grado 1, 2, 3 y 4; además, como juveniles, vencieron en 2014 a Valle en el Interligas celebrado en Pereira; mientras que en 2019, en un torneo profesional en Medellín, triunfaron ante Carlos Salamanca y Alejandro Hoyos.
“Me dan ganas de llorar saber que se recogen los frutos luego de tantos años de luchas y sacrificios, de buscar plata, de tocar puertas, de cambiar tiquetes, de sobrellevar desde la distancia frustraciones y cargas emocionales cuando las cosas no van bien debido a derrotas y de poderlo llevar para que todo vaya bien camino a esa consolidación hacia el alto rendimiento. Estamos felices con lo que viene mostrando Checho al igual que Diego”, señaló Daniel Hernández, especialista en tenis y padre de Sergio.
Ambos deportistas se radicaron en Estados Unidos no solo para proyectarse hacia el profesionalismo en su deporte sino también para aprovechar la oportunidad y lograr estudios universitarios. Sergio cursó Administración Deportiva en University of Louisville, donde fue entrenado por Mario Rincón, exjugador de Colombia de Copa Davis, y Diego, Ingeniería Eléctrica y Programación de Sistemas en la de Kansas City.
Ignacio Arroyave, entrenador de Antioquia, está complacido por la madurez deportiva que viene adquiriendo esta dupla de tenistas.
El orientador comentó que el partido ante Farah y Cabal era supremamente difícil porque a sus 36 y 37 años de edad, en su orden, jamás aflojaron en su rendimiento antes de retirarse y además querían despedirse siendo campeones para su departamento, pero agrega que Sergio y Diego están acostumbrados a jugar ese tipo de partidos porque el circuito universitario de Estados Unidos es muy competitivo.
“Si bien se nos va una gran dupla, también nos damos cuenta que otros muchachos tienen potencial para hacer cosas grandes. Lo importante es que en determinado momento se puedan consolidar y se dediquen de lleno a jugar como pareja. Es difícil presagiar algo, pero con la victoria en semifinales dan cuenta de su categoría.
Sergio, entre tanto, evidenció su alegría de vencer, como dijo, a los más grandes del tenis nacional. “Ganar era algo inimaginable, pero nosotros nos la creímos. Le decía a Diego: ‘somos dos contra dos, hemos jugado contra los números uno del college (universidad) en Estados Unidos, así hágale mijo’, e hicimos lo que teníamos que hacer, demostramos esa química de hermanos que tenemos”, finalizó Checho, quien en 2020 en Pereira venció a Santiago Giraldo, otro grande del tenis de Colombia, en su penúltimo partido como profesional.